III
Así hablo de ti y de mí
porque te amo y en el amor sé
entrar como Plenilunio, por todas partes,
y hallar tu pequeño pie bajo las inmensas sábanas
Sé deshojar jazmines -porque tengo la fuerza
de soplar y llevarte adormecida
a través de luminosos pasajes, secretas galerías marinas
y árboles hechizados con telarañas plateadas
Las olas han oído hablar de ti
cómo acaricias, cómo besas
cómo susurras el "qué" y el "eh"
alrededor de la garganta, de la bahía,
siempre nosotros la luz, y la sombra
Siempre tú la estrellita y siempre yo la nave oscura
siempre tú el puerto y yo el fanal a la diestra
el muelle mojado y el brillo de los remos
en lo alto la casa con las enredaderas
las rosas sujetadas, el agua que refresca
siempre tú la estatua de piedra y yo la sombra que crece.
Tú el postigo entornado, yo el viento que lo abre
porque te amo y te amo
siempre tú la moneda y yo la adoración que le da valor
Tanto la noche, tanto el rumor del viento
tanto el rocío en el aire, tanto el silencio
alrededor el mar soberano
cúpula celestial con los astros
tanto tu respiración más liviana
Que ya no tengo nada más
entre las cuatro paredes, el cielo raso, el suelo
que llamarte y que mi voz me golpee
que olerte y que se irriten los hombres
lo no probado y lo traído de otra parte
Porque ellos no soportan y es temprano, me oyes
es temprano todavía en este mundo, amor mío
para hablar de ti y de mí.
ODYSSEAS ELYTIS (El monograma) (Versión de Nina Anghelidis)