SALVAR EL MUNDO
Cuando te abres de piernas y se te escurre
el corazón hasta mi boca…
entonces puedo lamer
la luna como un gato callejero
y cerrar los ojos para ver mejor lo que tienes que decirme.
Porque sobran palabras
y faltan poros en mi lengua.
Y entonces vienen a mi sabores de ciudades olvidadas,
de tejados donde se hacen el amor un par de estrellas,
de los sueños que sueñan los coches aparcados,
de arañas que perdieron las ganas de asustar,
de la inmensa soledad de los juguetes.
Porque no hace falta ver para mirarte por dentro,
para sentir en el pelo la lluvia que baja desde el fondo de tus ojos,
las lágrimas que nunca has llorado,
las que saben a mar con barcos hundidos.
El llanto que guardaste a los quince años,
cuando creías que era mejor
hacerse la fuerte para ser mujer.
Ahora sabes un poco mejor
lo que siento cuando meto la cabeza entre tus piernas.
Sólo es necesario mirar
a los ojos de tu orgasmo
y susurrarle en voz baja
que estalle sobre mi,
que llore lo que tenga que llorar,
que escupa los cristales de un pasado destrozado,
que se duerma, tranquilo, entre mis brazos.
Córrete sin miedo entre mis labios,
amor, porque en eso consiste la vida.
Y dile a la gente que este poema no habla de sexo,
que este poema es sólo un grito de socorro.
Y que yo estaré siempre allí,
entre tus piernas,
para ayudarte a salvar el mundo.
LUIS RAMIRO