Os aburriríais...
Ya puse alguna hace algunos años...
De como un porcatero llegó a emperador
Corría el año de nuestro Señor de 518 y, en la gran capital imperial de Constantinopla, el anciano emperador Anastasio llevaba casi 30 años gobernando, con una razonable prudencia y sabiduría.
A sus mas de 80 años de edad, Anastasio nunca tuvo un hijo varón que le pudiera suceder. De manera que la desesperación crecía en su afán por encontrar un hombre digno que pudiera relevarle en el mando una vez llegada la hora.
Anastasio tenía su guardia personal de palacio, dirigida por un hombre enérgico, capaz, y reconocido como una persona íntegra y valerosa, el comandante Justino.
Justino, un simple porcatero provinciano en su juventud y que fue analfabeto hasta el fin de sus dias, emigró a Constantinopla (junto a su jóven sobrino, el futuro emperador Justiniano) en busca de fortuna y, gracias a su capacidad y desempeño, logró subir en el escalafón hasta convertirse en el jefe del cuerpo militar mas prestigioso de la capital bizantina.
Pero, Anastasio, aunque carecía de un hijo que le pudiera suceder, sí que tenía tres sobrinos. Y los invitó a cenar a palacio con la secreta intención de nombrar heredero del imperio al que considerara mas apto.
Durante el banquete, el emperador y sus sobrinos, charlaron amigablemente sobre cantidad de temas y cuestiones distintas relacionadas con el ámbito imperial. Mientras, Anastasio trataba de concentrarse y fijarse en todas y cada una de las respuestas que le daban, intentando dilucidar cual de sus tres jóvenes posibles herederos sería el que iba a escoger.
Pasadas unas horas, Anastasio estaba agotado, incapaz de decidirse.
Fue entonces cuando se le ocurrió una idea. Ordenó a los sirvientes de palacio que prepararan tres habitaciones, una para cada uno de sus sobrinos, y el emperador mismo escondió, bajo la almohada de una de las camas, un papel con una sola palabra escrita: IMPERIUM. Decidido a que, quien escogiera dormir en esa cama y encontrara ese documento, sería su sucesor por designio divino.
Anastasio ordenó retirarse a todo el mundo, y todos se fueron a dormir a sus habitaciones.
Llegada la mañana, el viejo emperador se despertó y corrió ansiosamente a la habitación donde había ocultado el papel escrito, esperando poder abrazar y felicitar a su heredero. Mas, cuando llegó, descubrió la habitación vacía, la cama sin deshacer, y el documento intacto.
Perplejo, Anastasio fue a las otras dos habitaciones y, en una de ellas, descubrió a dos de sus sobrinos que habían dormido juntos en el mismo lecho pues, súbitamente, el emperador se dió cuenta de que les unía algo mas que el afecto familiar...
Entristecido y apesadumbrado, pues veía que su vida se acababa y seguía sin haber un elegido, Anastasio regresó al primer lecho a recoger el escrito mientras, de repente, se le ocurrió una nueva idea. Que, fuera quien fuera, el primero que entrara a la habitación donde el había colocado la onerosa palabra, sería su sucesor al trono imperial.
Y, justo tras tomar esta resolución, fue cuando alguien entró en la habitación:
El comandante Justino había llegado para pedir el santo y seña del día al emperador...
FIN
Curiosidad: Mil años después de Justino, un nuevo porcatero llegaría a ser emperador... Francisco Pizarro conquistó el Perú, y se convirtió en mandatario del Imperio Inca...