¡Ya se me olvidaba!
EL CANTAR DEL MÍO CIS (VI)
Carmen Calvo, como loca,
los incendios sola apaga.
Prefiere callar la boca
tras otra jornada aciaga
donde Sánchez se equivoca
hurgando más en la llaga
de una herida que provoca
un avión que le sufraga
un país al que le toca
aguantar excusas vagas.
Sus esfuerzos los enfoca
en su esposa, a quien halaga,
y en un cargo la coloca
para cobrar buena paga
(todo un chollo, una bicoca),
sin que asista ni algo haga.
El presi, que se sofoca;
el pueblo, que ya no traga;
sus planes se le trastocan;
su proyecto, que naufraga.
Mas elección no convoca
quien de poder se embriaga
por si acaso lo derrocan.
El nepotismo, ¡qué plaga!