Karen J. Dalton fue una cantante cherokee de folk y blues, también guitarrista e intérprete de banjo. Está asociada con la escena folk de los primeros 60.
Dalton nació en Enid, Oklahoma. Su voz bluesy es a menudo comparada a la de la cantante de jazz Billie Holiday. Cantó blues, folk, country, pop y soul. Tocaba la guitarra de doce cuerdas y el banjo.
Tras codearse en Nueva York y en sus inicios con unos jóvenes Bob Dylan, Fred Neil, Richard Tucker o Dino Valente, la cantante folk Karen Dalton se ha convertido con los años en un pequeño mito dentro de aquellos legendarios artistas folk del Greenwich Village.
Después de pasear, desde comienzos de la década de los 60, su espléndida voz, su guitarra y su banjo por las calles y locales neoyorquinos, como el Café Wah?, logró en 1969 y tras muchos años de actuaciones en vivo, grabar dos discos, en su tiempo bastante inadvertidos, y ahora de culto para los amantes de la música folk.
Sus dos únicos largos, It’s so Hard to Tell You Who’s Going to Love You the Best (1969) e In My Own Time (1971), solo incluyen covers; como “Little bit of rain” o “Blues in the ceiling” (Neil), temas de Dino Valente (“Something on your mind”), Paul Butterfield (“In my own dream”), o Richard Manuel (el tema de los Band “In a station”). También hacía una versión del clásico soul “When a man loves a woman” (Lewis-Wright)
Karen Dalton (1937-1993) pasó por el mundo conjugando el verbo esconder, aquejada de mucho dolor, reteniendo un latido mortuorio que sólo dejaba presentir cuando cantaba. Vivió y fracasó: ése es el resumen más justo. Tres matrimonios antes de los 21 años, tres rupturas, dos hijos, un constante deambular aderezado con alcohol, heroína y unos cuantos discos en los que puedes palpar el peso de tanto resbalón.
Décadas después Dalton fue redescubierta y mencionada como primogénita hija de la oscuridad por artistas contemporáneos como Nick Cave, que la considera la mejor cantante de blues de la historia.
https://blogs.20minutos.es/trasdos/2014/01/20/karen-dalton/
https://www.alohacriticon.com/musica/grupos-y-solistas/karen-dalton/
Cuántica
10 abril - 24 septiembre 2019
La exposición «Cuántica» aporta las claves para entender los principios de la física cuántica, y lo hace a través del trabajo creativo conjunto de científicos y artistas.
Por un lado, se exponen diez proyectos artísticos que evidencian que el impacto de la cuántica va más allá del dominio de la ciencia. Por otro lado, se presentan nueve ventanas que introducen el trabajo de investigación en el laboratorio y sitúan al visitante ante el logro intelectual que suponen las teorías de la física en contacto con el alcance de los experimentos avanzados.
Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) Montalegre, 5 - 08001 Barcelona
http://www.cccb.org/es/exposiciones/ficha/cuantica/230323
Estos son los artistas residentes en el CERN y las obras realizadas durante su estancia en el centro de investigación nuclear de Ginebra.
ASTROCOPLA
Los divulgadores Natalia Ruiz Zelmanovitch y Manuel González hacen pareja para explicar algunas cuestiones científicas a golpe de música.
Ambos investigadores son miembros de Astromol, un grupo formado por científicos de diversas áreas que tiene como objetivo la comprensión del universo molecular, y han protagonizado durante estos años en unos cuantos eventos inolvidables algunos duelos épicos a golpe de canción.
Como divulgadores científicos han introducido un nuevo género musical: la astrocopla. Si bien sus letras nos llevan a mirar al cielo, recreando la vida de las estrellas o imaginando cómo pudo ser el big-bang; la música de la que se sirven nos devuelve de nuevo a la Tierra al ritmo de Lola Flores o Rocío Jurado.
Astromol
El proyecto “Astrofísica Molecular: la Era de Herschel y ALMA – ASTROMOL” inició su andadura a finales de 2009 bajo el paraguas del programa Consolider-Ingenio, financiado por el entonces Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN), y actualmente bajo el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO). El objetivo del proyecto, en un período de 5 años, es realizar una aproximación multidisciplinar desde diversas áreas de la ciencia para aumentar nuestro conocimiento sobre las moléculas que encontramos en el espacio mediante el uso de las herramientas de observación más potentes que disponemos en estos momentos: el telescopio espacial Herschel y el radio-telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array).
Natalia Ruiz Zelmanovitch
Se dedica a la divulgación de la ciencia. Se licenció en Traducción e Interpretación (Francés/Inglés) por la Universidad de Granada y es Experta en Planificación y Gestión Cultural. Ha trabajado en radio y televisión. Sus labores en comunicación científica se han desarrollado en el Instituto de Astrofísica de Canarias, el programa Consolider del Gran Telescopio Canarias, el programa AstroMadrid y actualmente se hace cargo de la divulgación de Consolider ASTROMOL en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid.
Manuel González
Es físico por la Universidad Complutense de Madrid, y doctor en astrofísica por la Universidad de Paris-Sud XI. Ha trabajado en el Observatorio de París, en el Instituto de Radioastronomía Milimétrica (Granada) y el Observatorio Astronómico Nacional (Madrid). Desde hace años se dedica a la divulgación científica. Entre otras cosas es miembro del grupo de monologuistas científicos Big Van. Actualmente trabaja en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) como responsable de comunicación del proyecto European Solar Telescope, que prevé construir el mayor telescopio solar en suelo europeo que haya existido jamás
Salón de los Quinientos en el Palazzo Vecchio
La rivalidad entre Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti es conocida. El primero, más anciano y celebrado, sufría la competencia del segundo, más joven y ambicioso. El carácter de Leonardo, serio y altanero, era muy diferente de la actitud rebelde del segundo. La combinación de las dos cosas creó una profunda antipatía.
En efecto, hoy en día, no hay traza de las dos obras. Miguel Ángel, llamado a la corte del papa Julio II dejó Florencia tras haber realizado los trabajos preparatorios en cartón, Leonardo vió perderse gran parte de su obra por un grave error técnico.
Es curioso como aquello que se consideraba como el titánico desafío entre los artistas más grandes de la historia de la humanidad se haya convertido en la única indeleble mancha en la vida de ambos. Hoy podemos apreciar un fragmento de la obra de Leonardo gracias a una reproducción de Rubens, mientras que un dibujo preparatorio de Aristotele da Sangallo nos da una idea de un detalle de la obra de Miguel Ángel.
La batalla de Anghiari (copia de Rubens)
Copia del dibujo de Miguel Ángel, de la parte central de La Batalla de Cascina, pintada por Bastiano da Sangallo (Norfolk, Reino Unido, Palacio Holkham Hall).
Alejandro Corral
Penguin Random House Grupo Editorial España, 28 mar. 2019 - 416 páginas
El desafío de Florencia, una novela asombrosa en la que se narra la extrema rivalidad y el encuentro en Florencia en los primeros cuatro años del siglo XVI de los dos más grandes artistas de todos los tiempos: Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti. Ambos mantuvieron en Florencia un doble reto prodigioso: mientras Leonardo pintaba la Gioconda, Miguel Ángel esculpía el David; y semejante batalla no pasó desapercibida. El hábil y taimado Nicolás de Maquiavelo, funcionario de la Señoría de Florencia, logró que ambos genios accedieran a pintar en el mismo salón, el de los Quinientos en el Palacio Vecchio, sendas batallas ganadas por la Señoría florentina. Los dos aceptaron el envite, pero los dos fracasaron en el intento, pues la ejecución de esos dos murales acabaría siendo un verdadero fiasco.
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