El periodista Jorge Fernández Díaz va a España a relanzar el libro de la vida de su madre,
María del Carmen Díaz, y creo que también de la vida de su padre, Marcial Fernández.
Si buscan a Norma Plá en wikipedia la van a encontrar, ya que la señora María del Carmen D
Díaz, era una luchadora por los derechos de los jubilados y pensionados en la argentina
durante los años 90.
El Sr. Jorge Fernández Díaz es amigote de Arturo Perez Reverte, que se ha develado como un misógino y que está en contra de los vaivenes del lenguaje, y miembro de la Real Academia Española
Supongo que está en contra del lenguaje inclusivo, no por un tema académico, sino , tal vez por un tema económico de las editoriales , que tendrían que ver como hacer para no perder más dinero.
El lenguaje va mutando constantemente. No podemos hablar como hace 50 años.
Se habla del Homo Sapiens , Homo , Uomo, es el hombre sapiens, no la mujer sapiens, o lo que fuera,
Creo que estos cambios en el lenguaje apresuran y consolidan una mayor equidad en lo que a género se refiere, Falta mucho. Creo que habría que ir paso a paso, pero esto no es matemático.
El Sr. Arturo Perez Reverte sabe que el lenguaje va sufriendo modificaciones. La Real Academia Española hace sus modificaciones e incorpora nuevas acepciones en base a la realidad que se va dando. Corre de atrás. Como las leyes.
Pero creo que aquí se tocan intereses económicos de las editoriales.
Y la RAE no es impermeable a estas situaciones
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Volviendo a Jorge Fernández Díaz, me resulta vergonzoso y miserable , que quiera hacer un
regreso a España , bajo las polleras de su madre, toda vez que en Argentina hace su vida periodística avalando las posturas que dejan a las mayorías indefensas con muy poco, y los
jubilados caen en la volteada.
Su padre, Marcial, al que he tenido la suerte de tratar, estaba de la vereda opuesta.
Republicano. Un trabajador durante el día, pero los día de fiesta, de punta en blanco.
Y una enseñanza en cada frase.
A pesar que no aprobaba que su hijo fuese periodista, cuando me hablaba de Jorge, no podía disimular que estaba muy orgulloso de él.
Pero en veredas opuestas.
Una cosa es satisfacer las conciencias de los ricos, y otra distinta es luchar por la justicia social.