Son unos delincuentes. Ni siquiera unos tramposos, no, sino unos delincuentes. El nazionalismo catalán, que llevamos padeciendo desde hace 45 años, es lo que tiene.
Cuando pensábamos que lo habíamos visto todo hoy nos han sorprendido con una nueva modalidad, vertiente, cara o arista del delito y la corrupción: el VAR "se ha estropeado" sospechosamente justo cuando el árbitro había señalado un penalti ridículo por piscinazo de Yamal. El propio árbitro lo reconoció en el descanso. ¡Qué casualidad que se haya "averiado" el VAR y no hayan podido revisar semejante piscinazo!
Hemos visto cómo han comprado al jefe de los árbitros durante 30 años para obtener beneficios arbitrales, cómo Guardiola los dopaba hasta las cejas y se han saltado controles antidopaje, cómo Flick los dopa ahora hasta las cejas (y muñecas), cómo se les han permitido 10 palancas ficticias con dinero virtual por unas ventas inexistentes, cómo han llevado a cabo trueques de jugadores con otros equipos (Valencia, Juventus) para hacer trampas contables, cómo se han pasado por el forro el fair play financiero, cómo han inscrito futbolistas fuera de plazo gracias al Gobierno de la nación, cómo han comprado un hígado en el mercado negro para uno de los suyos, cómo han manipulado frames del VAR pues el dueño de este (Mediapro de Roures y Benet) es accionista, avalista y socio económico del Barcelona, cómo no han reportado casos de COVID cuando todos los clubs tenían numerosas bajas durante la pandemia, .... Y mil tropelías más de esta banda criminal llamada Fútbol Club Barcelona. Pero que se "estropee" el VAR en el momento preciso para hacer justicia con el enésimo atropello arbitral os juro que no me lo imaginaba.
Reyes del crimen, la corrupción, las trampas y el delito. Los ladrones del 3%. Los ladrones del "Espanya ens roba". Los ladrones del F. C. Barcelona.