
De puro negro difuso
se me cegaron los verdes
y fallaron las palabras.
No había más que decir,
las sombras precipitaron el abismo
y un universo de soledades enrojeció el mediodía
como si fuera el ocaso.
Los humanos queremos
ser siempre verdes,
activos, desbocados,
presurosos en la realidad.
Aun así, hoy quiero
para mi ese reposo,
esa reflexión silente
que me haga florecer
en primavera…quiero tiempo y calma