
Mientras mi desayuno tomé,
pensativa me quedé.
De repente sobre el humo del café,
una imagen visualicé.
Vi como en el humo,
un hada se formaba
y en silencio me observaba.
Cuan lejana en mis pensamientos
yo estaba.
Que no me percaté,
que de entre sus manos,
una luz emanaba
y en su resplandor se dibujaba,
la imagen de quien en mi pensamiento,
yo buscaba.
Mi hada en el café sonreía
porque yo no lograba ver
la alegría que la embargaba
en el día que llegaba..
Y luego me despedía
para llegar a mi vida...
Recordando la mirada tierna
y la expresión de ternura
que me acompañó en el camino
con el hada entusiasmada.