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"Rayuela" para armar

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04/09/2016 00:20

Conversación con Julio Cortázar sobre ‘Rayuela’

8 de febrero de 2015, por Víctor Gutiérrez Sanz




La conversación, como no podía ser de otra manera, es real; la única diferencia con las entrevistas tradicionales es que las respuestas y las preguntas están separadas por 34 años de diferencia. En el otoño de 1980, en Berkeley, California, Julio Cortázar impartió un seminario universitario de dos meses. Las reflexiones que allí vertió no tienen precio, bueno, miento, sí que lo tienen ya que se puede comprar el fantástico libro Clases de literatura dónde se recogen 13 horas de pura teoría literaria por menos de 9 euros en su versión de bolsillo. Pues bien, leer este libro me ha permitido asistir a sus clases y preguntarle algunas cuestiones que me angustiaban desde aquel debate universitario.

– Señor Cortázar, hace unos días tuve una discusión con unos compañeros de clase sobre quién era mejor, si usted o Borges. Al final, dijimos que usted como persona le daba veinte vueltas, pero que él era mejor escritor. Yo intenté defenderlo y puse como ejemplo Rayuela, pero me dijeron que era algo así como un juego… No tanto una novela real.

– Sobre Rayuela no sé bien qué decirle; no tengo la menor idea porque el problema de Rayuela es que se convirtió en una novela o antinovela o contranovela como la han llamado los críticos –ha habido muchas palabras para definirla– por una serie de circunstancias de tipo personal y literario. Aunque tengo suficiente consciencia de lo quise hacer y de cómo hasta dónde lo hice en las líneas que me había trazado, en mi recuerdo el libro se me escapa un poco de las manos por su propia estructura, no diría complejidad porque no es un libro complejo. Hay quienes han dicho que es una novela de una gran dificultad, pero yo no lo creo; no es un libro al alcance de un niño de doce años, eso es cierto, pero tampoco es un libro particularmente difícil como podría serlo Ulises, de James Joyce.


– Pero, ¿usted está de acuerdo en que lo más importante de Rayuela es su faceta experimental? ¿Qué trataba de conseguir con eso?

– No, no es tanto una provocación mía de lo experimental, sino una necesidad. La estructura del libro no es fácil pero refleja un poco dos cosas: las circunstancias en que fue escrito, concebido y las circunstancias del autor.

– Es decir, que fue algo así como un proceso natural. Supongo que tiene algo que ver con su estancia en París, porque si no recuerdo mal, Rayuela nació en aquellos primeros años.

– Exacto, las circunstancias son que cuando salí de Argentina para irme a vivir a París a comienzos de la década de los 50, pasé tres o cuatro o cinco años profundamente sumergido en una experiencia que en aquella época la hubieran llamado como “existencial”(…) que consistía en dejarme llevar por todo lo que la ciudad me ofrecía o me negaba.

– No lo termino de entender.

– Me explico, cuando estaba escribiendo Rayuela seguía leyendo libros y periódicos y continuamente encontraba frases, referencias e incluso anuncios que despertaban en mi un eco con referencia a lo que estaba escribiendo: había cosas que tenían cierta relación con lo que estaba escribiendo y entonces las cortaba o las copiaba. En el momento de armar el libro, o sea, de sentarme a la máquina para pasarlo a limpio después de haberlo revisado me dije: “¿Qué hago ahora? ¿Cuál va a ser la estructura de este libro?”. Todos los elementos que se han ido acumulando cuentan para mí, de alguna manera son parte del libro, pero no los puedo poner al final como un apéndice porque ya se sabe lo que pasa con los apéndices: nadie los lee. Comprendí que el único sistema viable era crear un sistema de intercalación de esos elementos en la narración novelesca. Para cierto tipo de lectores podía ser un poco artificial y entonces de golpe dije: “Voy a hacer la locura total: voy a proponer dos lecturas diferentes”.

– Entiendo esta lógica que plantea, pero también puede ser considerada como una mera proeza técnica. Dígame, si puede, cuál es la esencia de la novela.

– En el fondo, Rayuela es una muy larga meditación sobre la condición humana, sobre qué es un ser humano en este momento de desarrollo de la humanidad.

– ¿Y la respuesta es Oliveira u Oliveira es la pregunta que tiene que responder el lector?

– El personaje central es un hombre como cualquiera de todos nosotros, realmente un hombre muy común, no mediocre pero sin nada que lo destaque especialmente; sin embargo, ese hombre tiene una especie de angustia permanente que le obliga a interrogarse sobre algo más que su vida cotidiana y sus problemas cotidianos. Horacio Oliveira, el personaje de Rayuela, es un hombre que está asistiendo a la historia que lo rodea, a los fenómenos cotidianos de luchas políticas, guerras, injusticias, opresiones y quisiera llegar a conocer lo que llama a veces “la clave central”, el centro que no solo es histórico, sino filosófico, metafísico, y que ha llevado al ser humano por el camino de la historia.

– La definición del hombre contemporáneo es la indefinición. ¿Me quiere decir que la propia duda sobre quién es mejor escritor, si Borges o usted, es un contraargumento de Rayuela?

– No lo sé, o no se lo puedo decir. Lo que sí afirmo es que Horacio Oliveira no se conforma con estar metido en un mundo que le ha sido dado, prefabricado y condicionado; pone en tela de juicio cualquier cosa, no acepta las respuestas habitualmente, no acepta las respuestas habitualmente dadas, las respuestas de la sociedad x o de la sociedad z, de la ideología a o de la ideología b.

– Muchas gracias, Julio. Creo que ahora podré releer Rayuela con una nueva perspectiva.


(de La milana bonita)
04/09/2016 00:17


Tú también pseac!
Has caído bajo el embrujo de los pokemones... todo te inspira!

Ya cazaste el amarillo limón? ;)




27/08/2016 17:02
HOY X HOY
.
no se buscan terrones de azucar por el suelo
,
,si no pokemones por los terrenos,
.
sali a la caza de pokemones con un detector de vichos raros
..
busque por el bosque fui a la playa sin toalla subi montañas con cizallas
.
camine por las calles por los valles
.
y no caza ni siquera un maldito pokemon
.de ese amarrillo como cascara de limon-.-
.
.
EL SUREALISMO del siglo 21 mas las rimas del siglo en blanco y negro-.-
25/08/2016 04:14

«Rayuela»: claves de lectura


Un puzle que el lector debe ir armando a medida que se adentra en sus páginas. Un territorio literario también. Eso es «Rayuela». Andrés Ibáñez nos ofrece sus claves




Cortázar (a la izquierda), junto a su admirado Lezama. Comenzaron a escribirse antes de conocerse en 1963



Para vivir al estilo de «Rayuela»

Claramente basado en el modo de vida surrealista. Con el surrealismo comparte un deseo de ir más allá del «arte» para trabajar directamente en la percepción y en la experiencia.

1. Haga cosas absurdas con toda la seriedad del mundo. Por ejemplo, ponerse a buscar un terrón de azúcar en el suelo de un restaurante metiéndose debajo de las mesas. O guardar con devoción un huevo frito podrido.

2. No haga citas al modo habitual con sus amigos o amantes. Cítese en un barrio y confíe en el azar para encontrarse con ellos. Esto viene del modo de vida surrealista (ver, por ejemplo, «Nadja» de Breton). Tenga en cuenta que «la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico».

3. Nunca apriete desde abajo el tubo de dentífrico.

4. Actúe sin intención ni finalidad alguna. Por ejemplo: visite en el hospital a alguien a quien no conoce, o entre en el primer acto público que vea, ya sea concierto, conferencia, etc. Así podrá conocer a personas interesantes o a chiflados de aúpa, y en ambos casos lo pasará bien.

5. Escuche «jazz». Oliveira tiene gustos definitivamente clásicos: no soporta el «bebop». Céntrese en Armstrong (al que llamará «Satchmo»), pero compárelo desfavorablemente con Bix Beiderbecke.

6. Hable «glíglico». Idioma inventado por la Maga. El capítulo 68 está todo en «glíglico»: «Apenas le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes…».

7. No sea adulto. («No somos adultos, Lucía. Es un mérito que se paga caro.»)
Las tres «absurditis» de «Rayuela»

Para algunos habrá más, muchas más, y para otros estas tres no tendrán nada de absurdo.

1. El odio a Galdós. Se identifica a Galdós con autores de tercera fila como Vicki Baum y con una supuesta literatura «decimonónica» tediosa y vulgar. En el capítulo 34 se intercalan líneas de «Lo prohibido», de Galdós («una novela mal escrita») con las reflexiones de Oliveira.

2. El «lector hembra». No es el único rasgo machista de la novela. Es el lector pasivo, que se traga cualquier cosa y no tiene capacidad crítica.

3. La pedantería. El «namedropping». El reírse de los tontos y los ignorantes. A veces tiene efectos cómicos: «Ya estoy harto de decirte que leas un poco a Jung, che».

La teoría literaria de Morelli En 6 Noes

1. No novela: antinovela. («Una novela absolutamente antinovelesca, con el escándalo y el choque consiguiente.»)

2. No escribir: desescribir. («La fuerza con que trata de desescribir, como él dice, para ganarse el derecho (y ganárselo a todos) de entrar de nuevo con buen pie en la casa del hombre.» «Se trataba de encontrar un lenguaje que no fuera literario.»

3. No personaje. «El verdadero y único personaje que me interesa es el lector.»

4. No literatura. «¿Para qué sirve un escritor sino para destruir la literatura? Y nosotros, que no queremos ser lectores-hembra, ¿para qué servimos sino para ayudar en lo posible a esa destrucción?»

5. No lector hembra. (Ver nº 4.)

6. No psicología. (Ver el capítulo 62, de donde saldrá la novela 62, «modelo para armar».)
La sabiduría de «Rayuela» en 8 leyes

«Rayuela» como un libro esotérico e iniciático. Un «I Ching» urbano y posmoderno.

1. La mente racional y dualista nos impide comprender la realidad tal y como es. «Ojalá pudiéramos saber claro, entender claro al margen de la ciencia y de la razón. Vos sos mucho más que tu inteligencia.» Debemos renunciar «a la ilusión de entender».

2. La percepción nos engaña. Para percibir la realidad deberíamos despertar un «tercer órgano» en nuestro interior. «Vos querés decir que todo se junte en tu vida para que puedas verlo al mismo tiempo», le dice la Maga a Oliveira. «Quizá haya un lugar en el hombre desde donde pueda percibirse la realidad entera» (frase extraída de «El retorno de los brujos», de Louis Pauwels y Jacques Bergier. Citado en los «capítulos prescindibles»).

3. El ser humano es un proceso inconcluso. «El hombre no es sino que busca ser.» La verdadera historia del hombre no ha comenzado todavía: «Estamos en la prehistoria y en la prehumanidad. No soy optimista, dudo mucho de que alguna vez accedamos a la verdadera historia de la verdadera humanidad».

4. El ser humano es movido por fuerzas que no conoce. «Parecería que algo habla, algo nos utiliza para hablar. ¿No tenés esa sensación? ¿No te parece que estamos como habitados?» Estamos habitados por «fuerzas habitantes, extranjeras, que avanzan en procura de su derecho de ciudad; una búsqueda superior a nosotros mismos como individuos y que nos usa para sus fines».

5. Por eso nadie vive verdaderamente su vida. «La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos.»

6. Existe otro lado, una dimensión desconocida, una especie de país dentro de nosotros. Es el «cielo» del juego de la rayuela. Se le llama «otro lado», «Edén», «tierra de Hurqalya» (Henry Corbin), «la conquista del reino» (Rubén Darío) o el «derecho de ciudad». «Esa verdadera realidad no es algo por venir, una meta, el último peldaño, el final de una evolución. No, es algo que ya está aquí, en nosotros.»

7. Para encontrar esa «verdadera realidad» debemos aprender a leer el mundo. «Ese mundo existe en este, pero como el agua existe en el oxígeno y el hidrógeno, o como en las páginas 78, 457, 3, 271, 688 y 456 del diccionario de la Academia Española está lo necesario para escribir un cierto endecasílabo de Garcilaso. Digamos que el mundo es una figura, hay que leerla.»

8. Para lograr llegar a la verdadera realidad debemos romper los hábitos mentales (es lo que Morelli-Cortázar pretende con su literatura) y practicar la desescritura, la antinovela, las anticitas y las acciones gratuitas que rompen la malla de la costumbre.

02/08/2016 05:04
Bueno, dejo algunos comentarios (ojo, tomarlos como de quien vienen jaj)

Pese a que el café esté lleno de gente, uno puede estar solo en su mesa, sumido en sus pensamientos (lo mismo pasa cuando uno toma mate a solas). Horacio recuerda sus sueños dentro de sueños, quizás (dice) de raíz edénica. Encontrar el Edén es abandonar "la conformidad vacuna, la alegría barata y sucia del trabajo y el sudor de la frente y las vacaciones pagas." (acerca del cap. 132)

Cap 61,"...su conciencia accedería a un estado fuera del cuerpo y fuera del mundo que sería el verdadero acceso al ser."

"Satori es el momento en que se descubre de forma clara que solo existe el presente (donde nace el pasado y el futuro), creándose y disolviéndose en el mismo instante; con lo que la experiencia aclara que el tiempo es solo un concepto, que el pasado y el futuro son una ilusión al igual que todo el mundo físico. Satori es un momento de comprensión al nivel más alto, es ir más allá de la experiencia terrenal. Esta experiencia solo se da en niveles elevados de conciencia, comunes en los meditadores pero al alcance de cualquier persona." (de la Wiki)

En el cap. 33 Horacio se ha quedado solo en departamento donde vivía con la Maga y mira sus cosas, en el cajón, recuerda la carta y no se la puede sacar de la cabeza "me hace pedazos nada más que con su ausencia"

En el 67, Horacio, saliendo del sueño, tuvo una especie de satori?
Y así, a través de los anteriores capítulos derivamos al 83 con "mi yo" (el alma) y el cuerpo. No sé si es que está mal escrito en mi libro, a qué se refiere con "The Wawes" jaj no me deja dormir eso. Bueh todo cada vez más metafísico.

Entre otras cosas del capítulo 142, que surgen de leer de arriba para abajo o de abajo para arriba, vieron la numeración? tardé pero me di cuenta jej, los integrantes del Club de la Serpiente recuerdan y opinan sobre la Maga, pese a que la ningunean, la admiran de una manera enroscada:

"Éramos un poco sus espejos, o ella nuestro espejo"
"tan pegada a las cosas más misteriosas"
"La pobre entendía tan bien muchas cosas que ignorábamos a fuerza de saberlas" (qué frase, no?)
"en cambio era capaz de felicidades infinitas, yo he sido testigo envidioso de algunas."

Tengo sueño. Continuará
02/08/2016 03:02

"Café de Flore" by Maud Walas.

"...son el territorio neutral para los apátridas del alma, el centro inmóvil de la rueda desde donde uno puede alcanzarse a sí mismo en plena carrera, verse entrar y salir como un maníaco, envuelto en mujeres o pagarés o tesis epistemológicas, y mientras revuelve el café en la tacita que va de boca en boca por el filo de los días, puede desapegadamente intentar la revisión y el balance, igualmente alejado del yo que entró hace una hora en el café y del yo que saldrá dentro de otra hora. Autotestigo y autojuez, autobiógrafo irónico entre dos cigarrillos."

(cap. 132)
28/07/2016 03:46


Detalle de La expulsión de Adán y Eva del Paraíso. Masaccio
28/07/2016 03:43
Porte, que interesante lo que pones de Brecht sobre el distanciamiento. Pues si, creo que la intención de Cortázar en toda su novela es esa, un lector que la lea como quiera, que se pregunte, que sea cómplice, que le discuta, que disfrute, que se emocione, que se ría, que proteste y tantas otras cosas más.

O habrá sido así? jajaaa



Jajaa Porte, buenas palizas me das en lite!!! tendríamos que ver en la Rayuela ;)


27/07/2016 00:42
Pseac, qué buena idea la de escribir una carta sobre la escasez de las abejas! Lástima que ya no estamos a tiempo de incluirlo en Rayuela, a Julito cualquier distractorio parece que le venía bien... Brecht ya había inventado varios modos de lograr que los espectadores no se dejaran arrebatar por los sentimientos; él, desde su punto de vista marxista, deseaba lograr un cambio en la sociedad y, si la platea se emocionaba demasiado, hacía la catarsis y chau, a otra cosa. Exteriorizando que lo que ocurría en el escenario era una ficción, buscaba que el público no se dejara arrastrar por el sentimentalismo, y desmenuzara el texto y la acción al máximo, haciéndose cargo de su contenido (y de ahí pasar a los hechos y movilizarse por una sociedad mejor, es decir, con un fin político). Esto es lo que se llama distanciamiento. Sin embargo, en lo que he visto o leído de Brecht, no recuerdo un personaje, una peripecia, ni siquiera una palabra de más: la arquitectura de sus obras es perfecta. Dice la autora de la hermosa nota que colgó Mechiz que Cortázar intercala algunos capítulos que nada dicen para lograr un distanciamiento. ¿Para que nos tornemos lectores más activos, será...?
Y sí, Pseac, era muy buena jugadora de Rayuela, todavía me le animaría a la Mechiz, ya que a lite no le gano más
25/07/2016 00:14



Y seguimos

Además de seguir comentando sobre los anteriores, los próximos capítulos a leer serán: 132 - 61 - 33 - 67 - 83 - 142 - 34 - 87 - 105 - 96




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