La historia del Minotauro se remonta a mucho tiempo atrás, cuando Zeus se enamoró de la hermosa Europa, hija de Agénor, y para seducirla se transformó en un toro manso. Europa se subió entonces a su lomo, encandilada por la belleza del animal, y Zeus aprovechó para llevarla hasta las costas de Creta, donde se acostó con ella. De aquella unión nacieron 3 hijos, Minos, Sarpedón y Radamante, a los que el rey de Creta, Asterión, crió como propios.
El rapto de Europa
Una de las representaciones más habituales del mito: Europa a lomos de Zeus metamorfoseado en un manso toro cruzando el mar. En otras más tardías, por el contrario, el toro aparece embravecido y Europa, en vez de ir montada sobre el animal, se encuentra flotando a su vera sujetándose a uno de los cuernos (lo que tal vez tendría una connotación sexual si se acepta que el cuerno simboliza el falo del dios) Hídria. Museo del Louvre, París.
Ya de jóvenes, los hermanos se enfrentaron a causa de un muchacho llamado Mileto del que se habían enamorado los tres. Como el chico prefería a Sarpedón, el poderoso Minos luchó contra ellos y todos debieron huir de sus furiosos celos. Mileto marchó hasta Caria, donde fundó la ciudad homónima, cuna de grandes pensadores; Sarpedón luchó como mercenario a las órdenes de Cílix y consiguió ser rey de Licia; y Radamantis se exilió a Beocia hasta que a su muerte se convirtió en uno de los legisladores del inframundo, al servicio de Hades.
Mientras tanto, Minos se casó con Pasifae, hija del dios solar Helios y Perseida (una de las hijas de Océano y Tetis), y hermana por tanto de la maga Circe. Juntos tuvieron cuatro hijos (Crateo, Deucalión, Glauco y Andogeo) y cuatro hijas (Acale, Jenódice, Ariadna y Fedra) Cuando murió Asterión, Minos aspiró a ser rey de Creta y para justificar sus pretensiones aseguró que así lo preferían los dioses. Como prueba, dijo que los dioses le concederían cualquier deseo y le pidió a Poseidón, señor de los mares, que le entregara un toro para sacrificarlo. El dios consintió a sus deseos y del mar salió un espléndido toro.
Minos se quedó maravillado ante la belleza del animal y, en vez de sacrificarlo, lo guardó entre sus rebaños . Molesto ante semejante afrenta, el soberano del mar le castigó insuflando a su esposa Pasifae una pasión desenfrenada por el toro sagrado. Para satisfacer su deseo, la reina pidió ayuda a Dédalo, un genial inventor que acababa de llegar a Creta desde Atenas huyendo de un horrible crimen.
A Dédalo, genial escultor, artífice de autómatas y estatuas que parecían casi vivas, apenas le costó esfuerzo construir un artefacto con el que engañar al toro: una vaca de madera en cuyo interior se escondió la reina. Al ver la estatua abandonada en un prado, el animal cayó en el engaño y dio rienda suelta a su natural fogosidad. Pasifae aplacó así su deseo, pero no calculó bien las consecuencias pues unos meses después dio a luz a una bestia mitad hombre mitad toro: el Minotauro, al que llamaron Asterión.
Alertado por unos oráculos, Minos no se atrevió a matar a la extraña criatura y le pidió a Dédalo que construyera un lugar donde albergarle lejos de cualquier mirada humana. Dédalo se puso manos a la obra y diseñó un intrincado laberinto de piedra en el que vivió desde entonces el Minotauro Dédalo le muestra su vaca artificial a Pasifae. Fresco de Pompeya (Nápoles).(del blog El jardín de los dioses)
Lo tuyo sí que es buenísimo, Simpli, gracias! El articulo sobre Sartre y Cortázar es muy iluminador; para los que esten leyendo Rayuela por primera vez, les diría que ahora lean sólo hasta donde termina el primer párrafo sobre Horacio Oliveira, para no enterarse de cosas que sucederán posteriormente (spoiler, que le dicen los modernos jej) y guarden la página en favoritos para después leerla al terminar el libro, es un imperdible.
Recién leí lo de la patafísica, fascinante, me declaro fan! :D y qué personaje, Alfred Jarry, seguí investigando y encontré esto sobre él:Alfred JarryPocas personas pueden arrogarse el hecho de haber inventado una ciencia. Alfred Jarry es una de ellas, ya que el escritor francés es el padre de la patafísica: la ciencia que estudia las "soluciones imaginaria y las leyes que regulan las excepciones".
La patafísica, en realidad, es una pseudociencia creada en el marco de la ironía y el absurdo que manejaba este autor nacido el 8 de septiembre de 1873 en la localidad de Laval, a unos 300 kilómetros de París.
Jarry creció en Saint-Brieuc y en Rennes, donde cursó su educación secundaria. Luego, en París, aprendió Literatura en La Sorbona, pero sin llegar a completar su licenciatura. De todos modos, con sus primeros trabajos literarios pudo alcanzar un gran reconocimiento.
El éxito de sus libros y la herencia que le dejó su padre al morir permitieron a Jarry llevar, en un principio, una vida sin preocupaciones materiales. En su juventud colaboró con diversos medios, co-dirigió una revista de arte y hasta fundó su propia publicación, aunque apenas duró un par de números.
En 1894, en la vivienda de un matrimonio amigo, Jarry presentó por primera vez "Ubú rey". Gracias a esta obra teatral, el autor suele ser señalado como pionero del dadaísmo y del surrealismo.
Cuentan los historiadores que, a partir de entonces, Jarry comenzó a comportarse como el personaje principal de su obra, adoptando comportamientos extravagantes y privilegiando el placer y los excesos por sobre todas las cosas.
Antes de cumplir 30 años, Jarry se quedó sin herencia por sus gastos desmedidos. Así terminó instalándose en un pequeño departamento parisino y viviendo en casas de sus amigos.
El 1 de noviembre de 1907, una tuberculosis que se agravó por su abuso del alcohol y las drogas, lo llevó a la muerte. Tenía apenas 34 años y era admirado por Pablo Picasso, Guillaume Apollinaire y Max Jacob, entre otras personalidades.
En 1911, cuatro años después de la muerte de Alfred Jarry, una novela póstuma incrementó aún más su popularidad: "Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico", donde sentó las bases de la mencionada pseudociencia.
Publicado por Julián Pérez Porto 19 de junio de 2014
Y acá un poema suyo: http://literaturafrancesatraducciones.blogspot.com.ar/2013/06/un-poema-de-alfred-jarry.html.Y ya leí el capítulo 84, me encantó, vino de perillas todo lo de tu post, Simpli ;)
Bravo Mechita, muy buena aportación. Es evidente que el existencialismo es uno de los ingredientes de esta novela tan compleja, poliédrica no sólo en la forma, en sus contenidos también; como buena novela aporta significado desde diferentes niveles, en ocasiones contradictorios gracias a las distintas voces que podemos escuchar, los apuntes de los capítulos prescindibles, etc. Y los monólogos interiores (o lo que sea) de Oliveira remiten claramente a la voz de Roquentin en La Náusea, con quien comparte muchas cosas, la inquietud y angustia marca de fábrica del existencialismo (en líneas generales la resaca de la filosofía de la sospecha, Nietchsze, Marx, Freud); aquí dejo un link de un artículo bastante interesante para quien quiera profundizar en esto:
http://www.nci.tv/index.php/menuportalvoz/submenu-el-escritorio/12752-sartre-y-cortazar-la-busqueda-del-sentido-de-la-existencia
Sartre y Cortázar: la búsqueda del sentido de la existencia, Camilo García .
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