Detrás de esta canción, número 1 en ventas en 1963, se esconde una historia muy curiosa y con final trágico. La de su intérprete, Sor Luc Gabriel, apodada Sor Sonrisa, una monja que guitarra en mano pulverizó las listas de éxitos y alcanzó la fama mundial.
Sin embargo, la vida de la farándula, con tantas entrevistas y actuaciones, acabó desbordándola, y fue la causa de enfrentamientos y discusiones con la madre superiora de su convento. Por todo ello, Sor Luc Gabriel decidió centrarse en su vida religiosa.
No obstante pocos años después decidió colgar los hábitos para seguir cantando. Por desgracia no obtuvo la repercusión y el éxito logrados con "Dominique", sobresaliendo entonces no por sus dotes artísticas sino por la lucha de derechos del colectivo de lesbianas, al cual pertenecía, como ella misma reconoció abiertamente.
Acosada por las deudas, entró en una profunda depresión que le condujo al suicidio junto a su pareja, también mujer, en 1985.