25/07/2014 22:48
| Melancólico, afligido e insomne, el amante no deja de querellarse, ebrio del vino de las imputaciones. En un instante te hace ver maravillas, pues tan pronto es enemigo como amigo, se acerca como se aleja. Sus transportes, sus reproches, su desvío, su reconciliación parecen conjunción y divergencia de astros, presagios estelares adversos y favorables Más de pronto, tuvo compasión de mi amor, tras el largo desabrimiento, y vine a ser envidiado, tras de haber sido envidioso. Nos deleitamos entre las blancas flores del jardín, agradecidas y encantadas por el riego de la escarcha: rocío, nube y huerto perfumado parecían nuestras lágrimas, nuestros párpados y su mejilla rosada
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