Galeano nunca dijo eso. Al contrario, siempre sostuvo que ese ensayo tuvo mucho rigor histórico, no se desdijo de nada de lo que allí escribió. Lo que sí dijo cuando lo consultaron es que en ese momento, (refiriéndose al momento en que hablaba muchos años después de haberlo escrito), no lo escribiría. Y está bien, ya era un hombre grande, ya había sufrido exilio y demás a causa de sus ideas políticas, y las condiciones de su Uruguay y de su Latinoamérica eran mucho mejores. Se había ganado el derecho de no militar más y dedicarse a escribir otras cosas no referidas a la política. Nunca cambió sus ideas políticas. Pero bueno, ya sabemos que para tergiversar no hay que fijarse en lo que realmente dicen las personas sino en lo que dicen que dijo.

Sin dudas que la educación es la herramienta contra los gobiernos vendepatrias, por eso el índice de analfabetismo en Cuba es cero y por eso Venezuela ha hecho grandes avances en ese aspecto desde que Chávez llegó al gobierno. Pero el fenómeno que describe magicogonzalez se debe fundamentalmente a que la propaganda goebbeliana de los cipayos pone su énfasis en dichas urbes porque ganar voluntades allí les da más poder que ganarlas en regiones aledañas. Para combatir eso hace falta más educación. Que la gente sepa aquello que bien resumió Malcolm X : “Si no están prevenidos frente a los Medios de Comunicación ellos lo harán amar al opresor y odiar al oprimido”. Y para estar prevenidos frente a los medios nada mejor que fijarse en los hechos, en ese sentido creo que la exposición en el 2004 de Eduardo Galeano, con toda su lucidez, fue incontestable para los vendepatria. A saber:

“El caso más claro, más escandaloso de manipulación de la opinión pública mundial es, hoy por hoy, el caso de Venezuela. En el gran teatro del bien y del mal hay una distribución de funciones entre los ángeles y los demonios. Y Hugo Chávez es uno de los principales demonios. Es un dictador. Desde el punto de vista de la fábrica de opinión pública mundial, Hugo Chávez es un dictador.

“Es un extraño dictador, sin embargo. ¡Ganó ocho elecciones en cinco años! Y ahora, recientemente, en el referendo, fue el primer presidente en la historia de la humanidad que puso su cargo a disposición de la gente. Y ganó, 6 a 4 (60% contra 40%), en unas elecciones a las que yo asistí como observador y puedo dar testimonio de que fueron elecciones transparentes.

“En esas elecciones por primera vez se logró evitar que votaran los muertos (que en Venezuela tenían la mala costumbre de votar). Y también se logró evitar que una misma persona votara varias veces.

“Entonces Venezuela es un país extraño, donde ocurre esto y al mismo tiempo donde uno asiste a las denuncias por la ‘falta de libertad de expresión’. Uno enciende la televisión y en la pantalla hay un señor que dice: ‘¡aquí no hay libertad de expresión!’. Uno enciende la radio y allí hay una voz que clama: ‘¡aquí no hay libertad de expresión!’. Y uno abre el diario y hay un título enorme que dice: ‘¡aquí no hay libertad de expresión!’.

“Hubo un solo medio de comunicación clausurado en Venezuela en los últimos cinco años (el Canal 8 de televisión), pero no fue clausurado por Chávez sino por estos ‘demócratas’ que tomaron el poder mediante un golpe de Estado durante 48 horas… ¡y en esas 48 horas cerraron todo! Cerraron la Asamblea General, anularon la Constitución… o sea, extraña dictadura y extraños demócratas, ¿no?

“Creo que hay ahí un divorcio ejemplar entre la realidad real y la realidad virtual, la que los medios muestran como única realidad posible. ¿Y cuál es la explicación de esto? Muy sencillamente les cuento:

“En Venezuela había 5 millones de personas sin derechos cívicos, porque no tenían documentos. Y los hijos no podían ir a la escuela porque no tenían partida de nacimiento. Eso es lo que Chávez está cambiando, porque en pleno paraíso petrolero, en lo que se llama la ‘Venezuela Saudí’ había un millón y medio de analfabetos que ahora se están alfabetizando. Y esto explica la furia de los grandes medios, llamados ‘de comunicación’, que incomunican a la gente.

Y también explica el resultado de esta elección y de elecciones anteriores, porque hay un pueblo que resume su actitud de perfecta manera a través de la frase dicha por un venezolano pobre, que es más expresiva que cualquier discurso. Dijo ese venezolano: ‘Yo no quiero que Chávez se vaya porque no quiero volver a ser invisible’.”