Neorrabioso
Ocho anécdotas sobre Neruda
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El único discurso que concedió Picasso en su vida lo hizo para apoyar a Neruda, que en 1948 era víctima de una orden de detención dictada por el gobierno chileno. En ese discurso Picasso lo situó como el poeta hispánico vivo más grande.
En 2001, la revista QUÉ LEER organizó un concurso para votar el mejor poema en español del siglo. Ganó el famoso poema 20 de Veinte poemas de amor y una canción desesperada, el que empieza “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”. El poema 15 del mismo libro, el que comienza “Me gusta cuando callas porque estás como ausente”, quedó en tercer lugar.
Un joven de Santiago se suicidó con un ejemplar de Residencia en la tierra en la que estaba subrayado el siguiente verso: “Sucede que me canso de ser hombre”. Durante años, Neruda abominó de este libro y prohibió incluso que lo reeditaran.
Después escribiré las otras anécdotas.
Villa de Leyva, Colombia Un lugar mágico para un encuentro mundial.( Entrevista de Jorge Olalla))
Elicura Chihuailaf
Entrevista
Elicura Chihuailaf es uno de los poetas y escritores más importantes que tiene el pueblo mapuche, también puedo agregar que es uno de esos personajes maravillosos que a veces la vida nos da el privilegio de conocer. Su presencia es una mezcla de humildad y sabiduría, un maestro que lucha por su pueblo con un arma poderosa y poco común: la palabra.
Su obra ha sido premiada muchas veces y su voz ha recorrido todo Chile como también muchos lugares del mundo. Es uno de nuestros invitado al próximo encuentro mundial de ex alumnos de Newfield Network en Villa de Leyva, Colombia.
Nuestra conversación comenzó con esta pregunta ¿quién es Elicura Chihuailaf?
Mi nombre es Elicura Chihuailaf, nací en una comunidad al sur de Temuco. Sigo viviendo en mi comunidad a pesar de que tuve que salir al exilio de la ciudad para estudiar y alcanzar algunas posibilidades que no nos da el lugar. Me considero una persona que, habiendo nacido en el ámbito de la oralidad, accedió a la escritura pero no a la literatura. Yo siempre aclaro que la oralidad es la forma en la que han surgido todos los pueblos en todos los tiempos y en todo lugar de la tierra.
La oralidad es un artificio que el ser humano aprende escuchando los sonidos de la naturaleza, todos los idiomas comienzan en las onomatopeyas y luego surge esta necesidad de establecer en un papel o en un elemento electrónico la palabra escrita y con ello la literatura. Si la oralidad es un artificio, la literatura es un artificio del artificio al cual yo no he accedido, porque cuando escribo, escribo de mi experiencia como mapuche que me habita su visión del mundo. Cuando escribo nunca indago, recurro a mi memoria, no hago investigación para escribir libros, en realidad yo nunca pensé escribir libros.
Según dice mucha gente, la maravilla del ser humano es la posibilidad de nombrar, para que así aquello que se ve o no se ve tenga existencia. Yo estoy en ese espacio, entre la oralidad y la escritura. Para explicarlo yo siempre pongo como ejemplo a mis pies, que preceden o anteceden al otro al caminar. Podemos decir que damos un paso con el pie izquierdo y quedó a la espera para avanzar el pie derecho, pero nadie nombra el espacio que se produce entre ambos, entonces ése es el lugar que yo habito y que yo lo llamo la oralitud.
“La conversación es un arte, es la cultura primordial del ser humano”
¿Cuál es tu motivación?
En la cultura nuestra hay dos relatos que son fundamentales. Uno es el relato del azul, que es el relato de inicio de la vida y otro es un relato de reiniciación de la vida en el mundo mapuche y que es Tren- Tren y Kai-Kai, dos serpientes que disputan permanentemente con las energías positivas y negativas dentro de nosotros, entonces lo que a mí me mueve es el principio de haber escuchado esos relatos y el cultivo de la palabra permanentemente por nuestra gente “ el arte de la conversación” , la conversación es un arte que hay que cultivar permanentemente porque esa es la cultura primordial del ser humano. A través de las palabras, los cantos, los cuentos, los consejos que recibí de mis mayores es lo que motiva permanentemente mi vida y es la búsqueda de la belleza del ser humano, la valorización de la diversidad, no como un discurso sino como una necesidad de riqueza. El aprendizaje está en los demás, no solamente en uno mismo.
El ser humano es uno sólo mirando el universo, dice nuestra gente y preguntándose permanentemente de dónde venimos y hacia dónde vamos. Cada cultura es una posición en el universo para intentar atisbar una respuesta a esa inquietud y es ahí donde cobra validez cosmológica y terrenal la palabra porque el ser humano puede avanzar desde el punto de vista de la tecnología hasta lo inimaginable, sin embargo es, ha sido y seguirá siendo esa fuerza de la energía infinita que es la palabra, la palabra poética en el sentido de búsqueda de lo mejor de ese diálogo positivo-negativo de nosotros, la única que ha tocado, toca y seguirá tocando aquello misterioso e insondable que es el espíritu y el corazón de uno u otro y una u otra con quien hablamos. Por eso la conversación es tan importante y es considerada un arte, a ese arte nosotros lo llamamos Notram.
El ser humano es uno sólo y no hay culturas superiores ni inferiores, sólo hay énfasis distintos. Unos ponen énfasis en las cosas utilitarias y otros se quedan en el cultivo de la cultura primordial que es el cultivo de la palabra. Mi gente dice que el corazón que representa el cuerpo, es como una roca no pulimentada y que hay que pulirla poco a poco haciendo fluir el agua de las palabras.
Todas las culturas tienen positivo y negativo, igual que nosotros, somos duales porque el universo es dual. Y eso es lo que me mueve, por eso yo siempre estoy recurriendo a los contenidos y a la denominación del color que está en el relato de inicio de la vida mapuche, el azul.
¿Por qué el azul?
Nuestros Mayores dicen que el primer espíritu mapuche vino arrojado desde el Azul, pero no de cualquier Azul sino del Azul del Oriente. Como en nuestra tierra no había nada que lograra un Azul homogéneo, nos decían que el Azul existía en el oriente y en el espíritu y en el corazón de cada uno de nosotros. Y que cuando nuestra energía abandona nuestro cuerpo se transforma en agua, aire, fuego, tierra, verdor y que realiza una conversación permanente entre el corazón, que representa lo perecedero y su huésped, que es el espíritu, se dirige hacia el poniente para llamar a Nontufe, el Balsero de la muerte, y así cruzar el Río de las Lágrimas para reunirse con las energías de los recién fallecidos y juntos retornar al lugar de origen: el Azul del Oriente, completando así el círculo Azul de la vida.
“Cuando abogamos por nuestra cultura lo hacemos por todas”
Háblanos de tu pueblo.
Desde la perspectiva de visión de mundo, hay un centro en torno al cual gira nuestra manera de ver la vida entendiendo que la vida trascurre entre lo cotidiano y lo infinito, tiene esa dualidad. . Ese centro se denomina itro fil mogen, que traducido al castellano sería “la integridad sin fragmentación o la totalidad sin exclusión”-
Los seres humanos son parte del infinito, por eso podemos tocar ese derrotero de estrellas que nos mueven internamente y cuando buscamos la explicación del universo, la buscamos primero dentro de nosotros. Nuestros mayores dicen que nada hay en el universo que no esté en cada uno de nosotros. Cada cultura es una totalidad, y el mundo es un cuerpo vivo donde cada cultura es una vértebra. Por eso los mapuches no rechazan la modernidad, sino su imposición. Lautaro, por ejemplo, tomó esa máquina que era el caballo, pero a su ritmo y forma, y logró cambiar la historia de un pueblo.
Nuestra cultura es incluyente, valora sus diversidades, cada una de ellas entrega su aporte particular para enfrentar los rigores de la historia común. Existen nuestras comunidades -físicas y espirituales- y por ellas existen nuestras organizaciones, cada una da cuenta de una innegable realidad. Todas nuestras organizaciones nos representan en la totalidad de la vida que no ha tocado vivir.
Mapuche significa “Gente de la Tierra”, la Tierra no nos pertenece, somos sus hijos, sus brotes y esto establece normas en nuestra relación con ella, en la claridad de que debemos tomar de la Tierra sólo lo que es necesario para vivir. La madre Tierra nos da todo lo necesario para vivir, no tenemos el derecho de esquilmarla.
Eso también establece la aceptación de que el ser humano es diverso y de hecho en nuestra visión del mundo hay interpretaciones del mundo en el sentido horizontal y en el sentido vertical.
En el sentido horizontal se generan 4 diversidades en el mundo mapuche, porque a pesar de que pertenecemos a una misma cultura, algunos viven en la costa, otros en el sur, otros en el norte y otros hacia el oriente, y se produce una intersección en el centro de todas esas diversidades. Dentro de esa realidad hay elementos comunes, como un idioma desarrollados a partir de dialectos e idiolectos. A cada identidad hay que escucharla para conocer los problemas que tienen ya que quien vive en la cordillera no puede darle soluciones a un hermano o hermana que vive en la costa, porque su vivencia cotidiana es distinta.
Los seres humanos, como las hierbas medicinales, los animales, los insectos, tienen elementos comunes y también tienen diversidades, la suma permite lo que se denomina en la cultura occidental como la biodiversidad, entonces desde esa perspectiva nuestra gente nunca a dicho que seamos la mejor cultura, somos una cultura más con el derecho a seguir existiendo y es lo que reclamamos, como toda cultura, con las transformaciones que toda cultura tiene en el tiempo.
Decimos que el pensamiento es como una flor que hay que cuidar porque es muy frágil, rápidamente se marchita y desaparece, y que el mundo es como un jardín ¿qué sería de un jardín sólo con flores azules, que son nuestras predilectas? La maravilla de un jardín la hace la diversidad de colores porque cada una de ellas tiene desde luego un color, una forma, una textura, un aroma. Por eso que cuando abogamos por nuestra cultura lo hacemos por todas.
“Nosotros queremos un progreso con la naturaleza”
Cuando me hablabas de la diversidad apareció en mis pensamientos la simbología del mundo que está dibujada en el Cultrún.
Ese mundo tiene un centro que se llama Rehue, que es además el nombre que recibe la escala ritual de la Machi, por donde asciende cuando hace sus actos de sanación. Rehue significa “Lugar de la pureza”, y ahí también vemos que los contenidos de los conceptos son distintos, porque la pureza, para la cultura occidental, es solamente lo positivo y que en lo posible cuando se entra al dogma de la religión hay que expulsar lo negativo. Para nosotros lo negativo es necesario porque es una memoria que nos está diciendo sobre qué levantarnos cotidianamente. El Rehue que es el lugar de la pureza es el lugar donde dialogan todas las energías, positivas y negativas. Eso implica conceptos que son distintos y que crean los determinados conflictos de los Estados con nuestras culturas como las ideas de progreso, de desarrollo, de cómo educar, conceptos de belleza, etc. y nos obligan a conceptos unívocos, excluyentes. Nos acusan de que nos oponemos al progreso y al desarrollo y nosotros decimos que no, nadie puede oponerse al progreso y al desarrollo, el problema es qué progreso, qué desarrollo ¿Con la naturaleza o en contra de la naturaleza?
Nosotros queremos un progreso con la naturaleza.
Todo tiene que ver con una idea de la visión de mundo. Nosotros somos una cultura que parte de un punto y vuelve a ese punto, la vida es circular, por eso que las palabras que se dicen de una manera positiva y se vuelven a uno de una manera positiva o las que dicen de una manera negativa, se vuelven de una manera negativa, no podemos pensar que vuelvan de otra manera.
Esto genera las barreras que imposibilitan el diálogo, porque la comprensión del diálogo es distinta. El Estado impone una forma de decir las cosas y habla de la legalidad, olvidándose de la legitimidad y la legitimidad está antes que la legalidad.
La legalidad está impuesta sobre la legitimidad.
"Nacen y mueren las estrellas, mas no su energía en la que late el círculo del tiempo. Somos presente porque somos pasado y sólo por ello somos futuro, nos lo siguen reiterando los ancianos y las ancianas desde todas las culturas del mundo: No es posible el olvido. Olvidarse es pensar -vanamente- que la Tierra y el ser humano, mientras existan, dejarán alguna vez de soñar."
Háblanos de los sueños en la cultura mapuche.
La cultura mapuche es una cultura en la que el lenguaje de los sueños ocupa un espacio fundamental. Desde allí surgen con insospechada frecuencia nuevas palabras. Los verdaderos sueños son anunciadores de lo que vendrá.
En los sueños se constata que cuando andamos dejamos huellas, pero al mismo tiempo proyectamos otras. Por eso podemos develar su curso en el devenir del tiempo, porque son huellas más prístinas y pueden ser "leídas" más fácilmente que aquellas del pasado lejano o inmediato y menos o más cubiertas por el polvo de la tierra y del recuerdo.
Escuchando a nuestros mayores, los niños y las niñas, comenzábamos a aprender el arte de alumbrar nuestros sueños para que en el transcurso de los años podamos acercarnos poco a poco a la sabiduría de su entendimiento. Porque siendo cada ser humano una pequeña réplica del Universo todo lo que está en él nos habita: las energías duales, el Sol de la alegría y la Luna de la nostalgia, las nebulosas, un derrotero de estrellas. Nuestra gente nos dijo y nos está diciendo: a mayor silencio, y consiguiente contemplación, más profunda será la comprensión del lenguaje del cosmos en el que sólo los sueños poseen un rielar propio, pues en ellos vive el fluir insondable del principio y del final.
La gestualidad es un lenguaje, los sueños son un lenguaje de lo venidero y la palabra es esencialmente sentimiento, emociones y esto marca también la diferencia con las culturas occidentales que parten de la misma manera como todo ser humano que en la exageración por la tecnología han ido perdiendo la memoria y esa memoria significa que nos encontramos en algo que en el mundo occidental se dice pero no se practica. He aquí una máxima pedagógica: se educa por lo que se hace, más que por lo que se dice. Entonces ahí se reúnen todas las posibilidades del lenguaje, del idioma: la gestualidad, la palabra hablada y el descifrar los sueños que es algo muy importante, recordar los sueños.
Es la diversidad la que otorga el alegre colorido a un jardín. Tal como la expresión de esa diversidad, el diálogo de sus pensamientos, es lo que nos permite y nos seguirá permitiendo la más enriquecedora comprensión del mensaje de los sueños.
¿Qué esperas del encuentro de Newfield en Colombia, cuál será tu mensaje?
Lo que yo espero es la comprensión de la diversidad y la valoración de la diversidad, no como un discurso, porque muchos ahora hacen gárgaras con la palabra diversidad.
Me refiero a la diversidad como está en el Cultrún, un hecho real que está marcado como símbolo y que por lo tanto la valoración real de que el interlocutor o interlocutora que tenemos en frente como individuo o como pueblo o como cultura es válido, es una posibilidad de enriquecerse y que es necesario conocer.
No es mucho lo que pedimos, es vivir la hermosa morenidad, como hermosa es la negritud y como hermosa es la rubiedad y la amarillentud.
Nuestra gente dice que quién no se ama así mismo no es capaz de sentir ternura por otro distinto, entonces la tarea inicial es amarse uno mismo y para eso hay que conocer lo que uno es.
A través de internet nos llegan todas las culturas y la gran pregunta es ¿quién soy yo? Y es una pregunta fundamental para que ese instrumento sea una posibilidad de enriquecimiento que nos está recordando tres cosas: la cultura propia, la apropiada y la enajenada. Si no conocemos nuestra propia cultura no podemos apropiarnos de lo positivo que tienen otras culturas y si no la tenemos terminamos enajenados. Yo creo que los jóvenes ya se están dando cuenta, lo que me mantiene optimista.
Eso, simplemente.
...letras.s5.com: literatura en español para el mundo
............... ......... ELICURA CHIHUAILAF
..... No tengo la pretensión de que usted tal vez ya me conozca ni creo tampoco que a usted no le interese saber quién es el que le está hablando, por eso en el presente Recado le estoy contando un poco de mi vida, un poco acerca de quién soy (en mi diversidad de ser mapuche), y del cómo me ha tocado vivir -al igual que todo ser humano- una historia particular dentro de la historia general de mi Pueblo.
..... En mi cultura los nombres expresan un deseo compartido por los padres: Elikura significa Piedra transparente (Lvg: transparente: kura: piedra). Chihuailaf: Neblina extendida sobre un lago (Chiwai: neblina, lafvn/lafken: contracción de extendido y lago). Nahuelpan: Tigre-puma (Nawel: tigre, pangi: puma).
..... Como le dije, nací y crecí en una comunidad llamada Quechurewe, Cinco Lugares de la pureza; una "reducción mapuche" que está aproximadamente a setenta y cinco kilómetros al sur oriente de Temuco, un sector en el que las colinas preparan el vuelo de la cordillera de Los Andes. Allí empecé a ir a la escuela y conocí los libros que me mostraron otras culturas, otras maneras de vivir..., y también a los "araucanos". Eran libros que me hablaban, que nos hablaban, de cosas que no tenían casi relación con la vida cotidiana y trascendente que experimetábamos en la comunidad.
..... Seguramente por eso, pienso hoy -a fuerza de muchas preguntas-, vi el libro como algo de los "otros". De allí tal vez mi profundo interés en abordarlos como lector motivado en saber algo más de esa otredad. Es decir, colijo, siempre lo vi como algo que solamente podían hacer los otros. Mas, enfrentado a la realidad de este texto que pretende acometer la tarea de hablar de aspectos del pensamiento y de la lucha de mi gente, ¿cómo hacerlo?: Escuchando me dicen-, para que usted escuche, la Palabra de los más sabios.
..... Por ahora, retomo el breve relato de mi trayecto de vida. Después de mis inicios en la escuela rural mis padres emigraron a un pequeño pueblo llamado Cunco. Posteriormente me enviaron interno al Liceo de Temuco, instalado en el cerro Ñielol (Ojo o Dueño de la caverna, tal vez el Renv agorero de la ciudad) y una gran avenida de castaños que parecía sostener permanentemente el otoño en el que comencé a escribir. Porque además -pensaba entonces- no podía hablar con otras personas de las experiencias que a mí, en la lejanía, me sonaban todavía más fuertes: las voces de mi infancia.
..... Voces entre las que estaba el estero que en medio del bosque empezó a revelarme el proceso y el misterio de la vida y de la muerte: la llegada del agua, el espíritu, bajo la luna cenicienta (el otoño: mi exterior interior; mi interior exterior). El pequeño riachuelo que comienza a crecer y a comunicárnos su música, su aroma su brillo: su lenguaje. Y luego la tristeza de tiempos como estos cuando parece que se acaba la vida y, como en verano el cuerpo queda vacío, seco, bajo la luna de los frutos abundantes.
..... Seguida por la nostalgia de saborear los frutos de la memoria, en cuyos callados brotes, en cuyas sencillas flores no supimos quizás reparar a su debido tiempo. Todo eso yo necesitaba expresarlo. Por eso comencé a escribir.
..... A orillas del fogón escuché cantar a mi tía Jacinta y escuché los relatos y adivinanzas de mi gente. Es decir, una poesía que no existiría si no estuviera alimentada por la memoria de una familia que pertenece a una cultura que para mí fue y sigue siendo muy hermosa, con mucha ternura. Mi expresión escrita no alcanza a recoger la inmensidad de esa memoria que está pidiendo ser escrita. Quizás alguna vez pueda hacerlo más fácilmente.
..... Por último, ingresé a la Universidad de Concepción y obtuve un título. Debo decirle que -como a mi gente y a tantos de los suyos (chilenos)- no me fue fácil la ciudad en la que transcurre hoy parte de mis días. Ahora, cuando paso por sus calles o avenidas, me da pena la tan marcada frontera entre la suntuosidad y la miseria "iluminada por sus Mall y sus McDonald´s". Pero me agrada el verdor de sus árboles en primavera o sus hojas cayendo y suavizando el cemento de sus aceras siempre bajo la luna de los brotes cenicientos. También los treiles, los tiuques, y de cuando en cuando alguna rakiñ bandurrias pasan por allí: cantando, graznando, en medio del tráfago de los automóviles. Es, como sea, la tierra de mis antepasados, me digo.
..... Por eso, tengo la permanente impresión de que nunca me he alejado de mi mundo, porque siempre estoy dialogando con él, con su memoria, aun en la a veces rara sensación de nostalgia. Es aquí donde yo pertenezco. Pertenezco al Pueblo mapuche: soy una expresión de su diversidad. Y no hablo de Pueblo en un sentido figurado, discursivo, porque es el Pueblo al que pertenece toda mi familia:
..... Mi abuela que me conversaba, que me contó cuentos, solo en mapuzungun. Mi abuelo que hablaba algo de castellano para decirnos que por no saber antes les habían usurpado sus tierras. Mis padres que vinieron a estudiar a Temuco -desde las comunidades de Quechurewe y Liumalla- siendo monolingües del mapuzugun y que fueron organizadores y dirigentes de agrupaciones mapuche -como la agrupación estudiantil "Newentuaiñ, Hagamos fuerza"- en la década del treinta. Mis hermanas y hermanos, profesores básicos y universitarios. Mi mujer, mapuche también, conocedora e innovadora de la comida tradicional nuestra. Mi Pueblo profundo: las tres hijas: Laura Malen, estudiante de Medicina; Claudia Tamuré, estudiante de Medicina Veterinaria; y Gabriela Millaray, estudiante liceana; y el hijo Gonzalo Elikura (trayéndonos los abrazos de la Ternura). Las que me permiten, me obligan, a decir "NOSOTROS".
..... Y usted -seguramente- se preguntará: ¿qué significa una "reducción"? Significa que mucha de nuestra gente fue asaltada en sus hogares, castigada, torturada, y trasladada -"relocalizada"- fuera de sus parajes habituales; o asesinada. Porque reducción, "privatización", dicen algunos (privatizar -según el diccionario de la lengua castellana- viene de privar: Despojar de algo; prohibir o estorbar; predominar; negar), es un concepto utilizado por los Estados chileno y argentino desde mediados del siglo diecinueve, y materializado a finales del mismo. Contiene el hecho de que nuestro Pueblo fue reducido, "reubicado", en las tierras generalmente menos productivas de nuestro País Mapuche.
..... Ahora, a poco más de cien años de la guerra -ofensiva por parte de los chilenos y defensiva por parte de nuestra gente-, el concepto de reducción el Estado chileno lo ha encubierto en el de "comunidad legalmente constituida". Los sentidos son, como ve, diferentes para nuestro Pueblo y para el Estado.
..... ¿Pero qué guerra?, se preguntará quizás usted. Pues así como el movimiento obrero, por mencionar uno de los aspectos de la historia chilena, hay aquí también una historia ocultada en esta región y que la crónica oficial resume en un eufemismo denominado "Pacificación de la Araucanía".
..... Dicen, dijo Neruda, La Araucana está bien, huele bien; los mapuche están mal, huelen mal. Huelen a raza vencida y los usurpadores están ansiosos de olvidar, de olvidarse. Esto en relación con el mito y la realidad. La resistencia por siglos a la conquista española y el hecho de haber sido reducidos por el Estado chileno en nuestro territorio. Lo que significa que nuestra gente queda con muy pocas tierras y -por lo mismo- con un cada vez más grave aceleramiento de la pobreza, hasta lo extremo, porque como se dice en el campo "Pu choyvn tremkvley, mapu tremkelay. Las familias crecen pero las tierras no estiran". Lo que generó más tarde situaciones de conflictos internos y migración. Y, claro, dificultades crecientes para la realización de nuestras ceremoniales, que son el eje de nuestra cultura (fundamentalmente el Guillatun).
..... Pero ella, me dicen, está sostenida por símbolos -vivos y aún vivificantes en la fuente que son nuestras comunidades-, factibles por lo tanto de ser recreados. Y estoy refiriéndome nuevamente a la ciudad, desde donde le escribo. La waria -ciudad-, ahora un camino que hay que considerar para no ser derrotados definitivamente como cultura.
..... Por eso, con esperanza, me digo: la cultura tiene que ver esencialmente con el espíritu, y el espíritu no tiene fronteras: puede volar. La imaginación va hasta donde nosotros queramos. El fogón, por ejemplo, es el símbolo que arde en medio de este soliloquio, compilación, o como desee usted llamarlo. Tal vez, Recado confidencial, como lo he denominado yo.
..... Como usted ya habrá augurado, este escrito -este respirar en su diversa intensidad- se verá obligado también a interrumpirse, a explicarse quizá, a cambiar de tono y de acto -dentro del mismo escenario, la misma corporeidad, desde luego-. Y es que usted y yo estamos hablando, ¿nos estamos escuchando?, desde dos culturas, desde las diferentes concepciones de mundo que nos habitan, diversas y aún muy distantes: la cultura mapuche y la cultura chilena.
..... Mas, como todo deseo de encuentro verdadero, llano, de anhelo mutuo de conocer a un otro sin avasallamientos ni sentidos de nuevas conquistas, me parece que comienza manifestándose a partir de lo mejor de cada individuo, de lo mejor de cada civilización, lo que -sin duda- está expresado en la denominada Cultura, en toda su globalidad: la poesía (la literatura), la historia, la filosofía (las ciencias), la política, la economía. Siendo claro que todo proceso creativo se inicia en la gestualidad de las palabras, de su poesía, que luego se queda en ella o es traducido a otros signos: la música, un instrumento, una fórmula química, una ecuación o un teorema matemático, una silla, una mesa, una puerta, una ventana, una casa, una obra arquitectónica...
..... Me dicen: La poesía -que es el lenguaje primordial-, y todo lo "contaminado" con ella, es la mejor expresión del permanente diálogo entre el espíritu y el corazón. Es el Poder de esa Palabra la que aún nuestras culturas siguen considerando como lo más valioso en cualquier tipo de manifestación humana y, por lo tanto, natural.
Vivir, es vibrar cada instante, ante la emoción de percibir la maravilla de la creación de Dios que nos rodea.
Vivir, es entender que cada minuto que transcurre no volverá!
Vivir, es saber dar lo mejor de nosotros, es vibrar en la bondad y llevar a su máxima expresión nuestra capacidad de ser.
Vivir, es aprender más cada día, es gozar los momentos bellos y desafiarse a sí mismo ante las adversidades.
Vivir, es amar intensamente a través de una caricia, es escuchar en silencio la palabra del ser amado, es perdonar una ofensa, es sentir la presencia del otro, es besar con amor a quien nos ama.
Vivir, es contemplar apaciblemente la alegría de un niño, escuchar al adolescente aceptando sus inquietudes sin protestar, acompañar con gratitud la ancianidad en su soledad.
Vivir, es comprender al amigo ante la adversidad y tener la capacidad de regocijarme ante sus triunfos y realización.
Vivir es sentir que nuestro existir no fue vano y en la medida en que nos atrevamos a dar lo mejor de nosotros en cada momento, logremos manifestar la grandeza de nuestra alma para amar.
Vivir es vibrar y sentir, es amar y gozar, es observar y superar, es dar y aceptar, es comprender que nuestro tiempo es lo único que poseemos para realizar plenamente nuestro ser
« «Θερμαίνοντας τις μηχανές» - Ποίηση, μουσική και ζωγραφική στο 5ο Φεστιβάλ ΛΕΑAVISO DE CICLÓN TROPICAL No. 7. TORMENTA TROPICAL CHANTAL »
«SOMOS GUERREROS POR TERNURA». ELICURA CHIHUAILAF
10 julio, 2013 por verbiclara
getFile-31Elicura Chihuailaf es el más famoso de los poetas indígenas mapuches de Chile. Nacido en la indomable Araucanía, “exiliado”, como dice, por años en las ciudades donde estudió, regresó a su tierra natal y se convirtió en la voz de los mapuches. Esta voz vino también a Grecia, donde se encontró en el ámbito del Festival LEA en el Instituto Cervantes, y presentó, entre otras cosas, la Antología bilingüe de sus poemas, elaborada por el poeta chileno establecido en Grecia, Jaime Svart y la arquitecta griega Ana Karapa. En esta antología, Elicura desarrolla su arte único de conjugar tradición oral y literatura, de convertirse en “oralitor”, como se autodetermina, para llevar a la palabra escrita la narración de la tradición de lucha de un pueblo que a pesar de las circunstancias —o exactamente por estas— insiste en defender la Tierra contra las fuerzas que la quieren saquear especulando y arruinándola.
ENTREVISTA CON CRISTINA PANTZU
—¿Que significa ser mapuche ahora en Chile?
—Hay una falta de comunicación y de comprensión entre el pueblo chileno y el pueblo mapuche, y cualquier progreso que se hubiera verificado, no es lo que esperábamos. Fuimos un país con tierras muy vastas entre lo que es hoy Chile y Argentina. Vivimos siglos de resistencia contra el imperio español, que era tan poderoso entonces como ahora es el imperio americano. Hace 200 años atrás continúa la ocupación de nuestras tierras por parte de Chile y por parte de Argentina. La historia chilena oficial indica 1883 como el año de consolidación de la llamada Pacificación de la Araucanía, que no fue otra cosa que una intervención: una invasión con masacres, muertos, desaparecidos, que redujo de manera dramática nuestras tierras y diezmó a nuestra población. Para mí, hay dos períodos catalíticos en la historia de esta relación entre Chile y el país de los mapuches. En 1883 se impone la “pacificación” de los mapuches y en 1973, año del Golpe, entra en aplicación la “pacificación” de los chilenos, con todo lo que revela relativamente a las relaciones históricas. En las noticias, en vez de pacificación, vemos una guerra no declarada contra los mapuches.
Porque nosotros hoy representamos un obstáculo importante contra el capitalismo y el neoliberalismo. Mapuche significa “pueblo de la Tierra”: consideramos la Tierra como nuestra madre y que todo lo inherente en la naturaleza, desde las piedras y los ríos hasta las plantas y los insectos, tiene el mismo valor que el nuestro. La Madre Tierra nos ofrece lo que necesitamos para vivir. ¿Qué hija y qué hijo no se levantaría para defenderla cuando la amenazan, la saquean, la arruinan?
—¿Un obstáculo tan peligroso para que se les dé a vosotros la caracterización de “terroristas”?
—En el planeta globalizado hay todas las oportunidades para consolidar el saqueo de la tierra de parte de empresas nacionales y multinacionales.
Construyen represas inundando territorios enteros y lugares sagrados. Enormes industrias de la madera imponen cultivos artificiales de abetos y eucaliptos que consumen enormes cantidades de agua y desaparecen hierbas medicinales e insectos, arruinando el ecosistema. Nosotros que nos oponemos a la usurpación de nuestras tierras y al saqueo de la naturaleza, nos arrastran a juicios basados en la “ley antiterrorista” que impuso el dictador Pinochet y hasta ahora no ha sido revocada. Hoy hay unos 32 presos políticos mapuches. Se trata de juicios falsos con “testimonios sin rostro” —como los llamamos porque declaran encapuchados—y con “pruebas” defectuosas, como revela el hecho que al final, muchos fueron liberados de las acusaciones. Ellos nos llaman “terroristas” y yo digo que somos “guerreros por ternura” porque nos levantamos defendiendo la Madre Tierra.
-Dicen que los poetas son melancólicos y los militantes optimistas. Usted, como poeta militante, ¿cómo vislumbra el futuro de sus luchas?
Soy un “optimista escéptico”. Escéptico porque veo que el capitalismo toma formas nuevas, pero sigue siendo capitalismo y en efecto soberano y salvaje, provocando los mismos dolores en todas partes del mundo. La situación que esta viviendo mi pueblo, la viven también otros pueblos en México, en India, Italia o Grecia, etc. En relación con mi optimismo, este aumenta en el grado que hay posibilidad de encuentros como estos en diversos rincones del mundo, la posibilidad que los pueblos conversen dejando atrás obstáculos y murallas que levantan los estados. Porque los Estados se refugian en fronteras y banderas, pero nosotros sabemos que tienen dueños, quienes son pocos, pero cada vez más feroces. Cuando tengo la posibilidad de conversar con jóvenes, veo una voluntad de cambio y en particular, un regreso a la memoria y esto me hace muy optimista.
—Se referió a similitudes entre lo que vive Grecia y su pueblo.
—Tuve el privilegio de llegar a un país de civilización admirable, que ha influido distintamente en la cultura occidental, en un momento extremamente difícil. Tenemos una relación enorme con Grecia, en el sentido en que seguimos creyendo en la Razón y en la Palabra como instrumentos fundamentales. No hemos perdido nuestra memoria. Con esta Razón podemos tocar el espíritu de cada persona en cualquier rincón del planeta y abrir un diálogo. Es la Palabra que nos permite unirnos en los Sueños que no se perdieron, sino se dejaron como herencia a las nuevas generaciones. En un momento difícil en el que las tragedias y los dramas aumentan, tenemos la posibilidad de construir juntos un Sueño más viable, perpetuo y estable de lo que hemos imaginado hasta ahora. Con esto, quiero decir al pueblo griego que no está solo. No estamos solos.
Traducción del griego de Jaime Svart
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