Desde Frankenstein, la novela de Mary Shelley, la temática de las imitaciones del hombre creado por el mismo hombre se incorporó como subgénero dentro de la ciencia ficción.
Fue en 1921 que apareció la palabra Robot para designar a todos estos artificios. Robot es una palabra checa, utilizada en la novela R.U.R. (Rossum's Universal Robots) del escritor Karel Capek. En varias lenguas eslavas, “robot” significa trabajo o servidumbre.
Asimov y los robots “buenos”
Uno de los revolucionarios del género, Isaac Asimov, buscó desde sus primeros relatos modificar la visión que se tenía sobre los robots, e ir contra lo que él mismo denominó “Complejo de Frankenstein”.
Asimov leía con avidez las revistas de ciencia ficción. Pero había una cosa que le molestaba en las historias de robots. Hasta entonces en la mayoría de los relatos, las máquinas aparecían como enemigos del hombre.
Pero Asimov quería contar historias sobre robots creados para servir a la humanidad, que eran buenos porque no podían evitarlo, y para ello los describió como complejas obras de ingeniería programadas para obedecer y servir.
Así en sus cuentos se fueron definiendo una serie de pautas sobre el funcionamiento de los robots que tuvieron continuidad durante toda su producción literaria.
Un sufijo obvio, y una palabra nueva
En el cuento “¡Mentiroso!”, de 1940, Asimov escribió sobre la robótica cuando necesitó una palabra para la ciencia y tecnología dedicada a los robots.
Allí uno de sus míticos personajes, la roboticista Susan Calvin, le dice a sus colegas: “Si supieramos cómo ha sucedido, marcaría el adelanto más importante en robótica desde hace décadas”.
En el artículo “La palabra que inventé” Asimov cuenta que en ese momento le pareció natural agregar el sufijo -ica, muy utilizado en la física para nombrar una disciplina (como en dinámica, hidráulica, etc.), y hablar de robótica. No se había dado cuenta que esta simple operación significaba la llegada de una nueva palabra.
Doce años más tarde, el escritor descubrió "robotica" no figuraba en ningún diccionario, y se adjudicó la invención. En 1973 el Diccionario Barnhard del Nuevo Inglés agregó la palabra, citando un artículo en el que Asimov reclamaba su crédito. Años más tarde el Oxford English Dictionary reconoció finalmente que el primer registro escrito de la palabra robótica se encuentra en el cuento “¡Mentiroso!”
Nace la ciencia que ya tenía nombre
En los años cincuenta, un estudiante de la Universidad de Columbia llamado Joseph Engelberger leyó “Yo, Robot”. El libro lo decidió a estudiar las posibilidades reales de construir uno, y lo llevó a asociarse con un inventor llamado George Devol para fundar la compañía Unimation.
A mediados de los años setenta, con la aparición de los microchips, los robots industriales se volvieron una realidad, Unimation estaba un paso adelante y se convirtió en la compañía número uno del mundo.
Engelberger reconoció a Asimov como una de las causas de su éxito. También reconocieron su influencia otros expertos, que comenzaron a invitarlo a conferencias y solicitarle ensayos para publicaciones técnicas. (...)
http://suite101.net/article/isaac-asimov-y-la-robotica-a7382
Encuentro un poco raro eso de andar buscando adjudicarse palabras nuevas, para trascender. En el caso de Asimov basta con leer su "trilogía de las fundaciones" (entre muchos otros libros) para darle un lugar destacado en la historia de la ciencia ficción. Andar buscando adjudicarse la "propiedad intelectual" de la robotica lo veo como un fin menor en Asimov y si no hubiera leído algo de él, diría que es propio de un alma simple. Pero vamos, simplicidad es una palabra muy ajena al espíritu del creador del imperio galáctico. Así que no sé que pensar jajaja.