Mi muy estimado correcaballos, creo que ud. no se ha percatado que en esta página la "ola de insultos" corre -no como ud, por supuesto- siempre y que la manera irónica, directa o indirecta de referirse a ciertos usuarios considerados "malditos" es permanente. Sólo le digo -no recuerdo, porque ud no sabe quizás- que yo fui vilipendiado de la manera más atroz por cierto (a) usuario (a) al no permitírseme participar en cierto concurso que se abrió en un blog personal y que JAMÁS -a pesar de haberlo pedido de la manera más educada- recibí contestación a mi pedido. Fui ninguneado de manera despótica por ese cierto usuario (a) y nadie tuvo el valor de decir nada. Le digo eso porque no fui yo quien comenzó, yo solo me defiendo y refresco la memoria porque con frasecitas que apuntan a una falsa inocencia se ignora a otros usuarios de valía. Le remito a un post EVIDENTE de "inocencia" del cual no se ha dicho nada y es una respuesta-ataque que sólo encierra un cúmulo de rencores fácilmente detectable. Le copio algunas frases del genial poema de Nervo utilizado para, sutilmente, de manera irónica y sarcástica, volver a atacarme. Y le recuerdo que este poema fue la respuesta a mi post borrado. Las frases en cuestión son: “! Cuando la mezquindad/envidiosa en mí clava los dardos de su inquina” –me está diciendo que soy mezquino y envidioso; “si pasa mi enemigo cerca de mi rosal,” .me declara –cosa que yo nunca he hecho- su enemigo; “¡será el de aquella sangre que su malevolencia”- me dice malévolo. Y sí, el genial escritor puso su otra mejilla, pero quien copió el poema no porque JAMÁS ha reconsiderado su actitud del concurso, aunque lo haya yo pedido por favor.
Entonces, estimado correcaballos, ¿hay o no aquí sarcasmo evidente, ironía y ataque? Por favor, yo sé analizar poesía. Si vamos a hablar de sarcasmos, que sea parejo, ¿no?
Y no reventemos este foro, voy a abrir uno para dilucidar “sarcasmos e ironías” múltiples y como bien dicen otros usuarios –también de manera sutil y sarcástica, sin decir nombres , como tampoco los hay en el cuento, ningún personaje tiene nombre de usuarios del Buho- se permiten amigueos y comadreos que no son más que spam y se horrorizan por las ironías y los sarcamos.
Quedo de ud. siempre atentamente
Poema Si Una Espina Me Hiere… de Amado Nervo
¡Si una espina me hiere, me aparto de la espina,
…pero no la aborrezco! Cuando la mezquindad
envidiosa en mí clava los dardos de su inquina,
esquívase en silencio mi planta, y se encamina,
hacia más puro ambiente de amor y caridad.
¿Rencores? ¡De qué sirven! ¡Qué logran los rencores!
Ni restañan heridas, ni corrigen el mal.
Mi rosal tiene apenas tiempo para dar flores,
y no prodiga savias en pinchos punzadores:
si pasa mi enemigo cerca de mi rosal,
se llevará las rosas de más sutil esencia;
y si notare en ellas algún rojo vivaz,
¡será el de aquella sangre que su malevolencia
de ayer, vertió, al herirme con encono y violencia,
y que el rosal devuelve, trocada en flor de paz!
Había una vez –como todo buen cuento clásico infantil así empieza el mío- un zorrito que se llamaba Nalba. En sus años mozos, el pobre Nalba soñó con cantos de sirenas que nunca vio cumplirse. Con el paso del tiempo, Nalba decidió encerrarse en una burbuja, donde no entrara ni una noticia de tiempos pasados. Tuvo que educar a sus hijos solo porque su esposa Humalocor lo abandonó para hacer una revolución que nunca triunfó. Nalba se lo dijo: “No te vayas, no nos abandones, tú eres la mujer y debes ocuparte de tus hijos” Pero para Humalocor no había nada parecido al placer inmenso de pregonar, a los cuatro vientos, su filiación política y demostrar (se) que era una mujer que podía hacer de todo. Y se marchó.
Nalba vivó, a partir de ese momento, una amarga vida llena de sinsabores y fue acumulando rencores sin casi darse cuenta. Un buen día se vio viejo, solo, odiado por sus hijos, abandonado en una inmediatez que lo sumía, poco a poco, en el rencor hacia el mundo. Comprendió –demasiado tarde- que su vida era un fracaso: no había logrado ninguno de sus sueños. Se sentía como un alma en pena, con una vida mediocre y aburrida. Adoptó la posición de defenderse: el mundo lo atacaba y él se defendería. El mundo era cruel y todos estaban contra él. Entonces, decidió adoptar el papel cínico de agredir a todos los que, desde su soledad, pensaba eran sus enemigos. Y cuando alguien se atrevía a responderle, asumía el papel de víctima agredida, pobre infeliz viejecito atacado injustamente. Y una horda de famélicos depredadores lo apoyaban. Lo adulaban. Y Nalba se sentía feliz, dueño de su minúsculo mundo donde creía ser el dueño, el invencible, el intocable.
Humalocor regresó un día, 20 años después de su partida. Nalba comprendió que sus historias ya no le daban risa; que su rostro era tan odiado por él como el de todos los humanos. Decidió entregarla a la horda de famélicos depredadores: era su venganza contra ella, el mundo y la soledad.
Pero la muerte no resolvió sus cuitas. La misma horda que tanto lo adulaba, un día, sin previo aviso, se hartó de tanto cinismo y doble cara en aquel ser que se hacía pasar por dulce y bueno y era, en el fondo, un cínico, manipulador y prepotente ente.
Nalba no amaneció un día. Dicen que el mundo suspiró, no se sabe si agradecido o burlón. Y cuentan por ahí que hace no muchos años un asqueroso gusano comenzó a llamarse Nalba y a molestar en el ciberespacio.
Este post para dar un ejemplo (bien irónico y malicioso ) es del 2012 :
30/08/2012 23:31
10 siguientes
Descuentos de Jack-&-Jones, aprovecha la oferta promocional!..