La princesa que lo tenía todo, lo ha perdido al arriesgarlo para conseguir drogas, lo único que le mantiene con ganas de vivir.
El noble caballero ya no busca a la princesa. Busca a su hermano, el príncipe azul, porque prefiere las espadas. Pero debe mantenerlo en secreto porque en su país todavía no lo entienden.
El rey y la reina están separados. Ella se ha quedado con el castillo y con el reino entero. El rey vive en un apartamento, subsistiendo a base de comida precocinada.
Romeo y Julieta ya no mueren por amor, ahora se tatúan sus nombres en sus partes nobles, para mantener lo suyo en secreto. Y se fugan de casa, dando rienda suelta a su amor, sí, pero vuelven cuando descubren que Julieta está embarazada y que ellos solos no pueden criar al Jonathan.
El ogro ya no es un monstruo verde que vive en una ciénaga y asusta a los niños. El ogro sigue siendo un monstruo, sí, pero con apariencia de humano. Y no asusta a los niños, sino a los jóvenes, dificultándoles el acceso a una educación digna y asequible para todos.
En cuanto a los ciudadanos de a pie, los plebeyos, siguen sufriendo los estragos de la vida llena de excesos que llevan los que dicen cuidar de ellos y velar por su seguridad. Los dragones ya no destruyen sus casas, ahora les echan de ellas.
El monstruo del armario por fin ha logrado salir de él. Ahora se hace llamar Monique y es cabaretera. Por el de debajo de tu cama no te preocupes, la policía le ha cogido. Resulta que en su ordenador tenía fotos tuyas desnuda desde que eras un bebé. Se las vendía al lobo feroz por un módico precio.
Ah, Peter Pan. Sigue en coma. Están pensando en desconectarle la respiración asistida. De todas formas, no creen que pudiera superar, después de tantos años en coma, el verse con 60 años.
Blancanieves ya no es la más bella del reino. Su madrastra, quien recibió la gran herencia que le dejó su marido al morir (en extrañas circunstancias, por cierto) se ha operado tanto que le ha robado dicho honor.
El león ya no es el rey de la selva, pero sí del zoo. O al menos así será ese año que dure con vida, en ese letargo al que se ha visto sometido.
De la Sirenita hace mucho que no se sabe nada. Pero han abierto un local cerca de su casa donde sirven un sushi estupendo.
La Bestia ahora juega a fútbol. Es bueno. Mucho. Tanto que Bella ya no es lo suficientemente bella para él. Dicen que tiene algo con la madre de Blancanieves.
En definitiva, las historias cambian, pero la moraleja sigue siendo la misma: El mundo en el que vivimos está mal y, aunque debamos luchar mucho, hemos de intentar cambiarlo. Aunque sea para poder explicarle mejores cuentos a nuestros hijos en un futuro no muy lejano
Ensangrentado, a los saltos, apoyado en el hacha y con el brazo desarticulado, con una oreja y una pierna menos, me encuentro con mi amada.
Le digo:
- Aquí estoy. Por fin he pasado. Me miraste, te miré, me enamoré. He pagado todos los costos por ti… Todo vale en la guerra y el amor. No importan los sacrificios… valían la pena si eran para encontrarse contigo… para poder seguir juntos… juntos para siempre…
Ella me mira, se le escapa una mueca y me dice:
- Así no, así no quiero… A mí me gustabas cuando estabas entero.
Don Blas era paragüero y se parecía bastante a un paraguas. Es decir: don Blas, a fuerza de vivir entre paraguas, confundíase físicamente con el medio en que vivía.
Insistimos: nuestro personaje era serio como un paraguas.
¿Ha visto usted algo más serio que un paraguas?
Era, pues -seguimos hablando de don Blas-, flaco de carnes, oscuro de piel, largo de figura y dueños de una estupenda nariz aguileña.
Vestía invariablemente de negro y, como es de suponer, sus trajes le venían harto holgados, como un paraguas cerrado.
bueno, con decirle a usted que hasta su nombres era onomatopéyico, si imitamos el sonido que produce un paraguas cuando se abre violentamente: ¡Blas!
No queda, siendo así y según sospechamos, la menor duda de que nuestro paragüero era semejante a un paraguas, de puño a pincho.
***
Antes de entrar en materia, todavía hemos de referirnos, en algunas líneas, a otros aspectos relacionados con nuestro buen señor, para una mejor reseña que conduzca al cabal entendimiento de esta breve y sentimental historia.
Don Blas -puro y transparente como un vaso de agua llovida- era solterón, carente de familia y cumplido administrador, tanto en su taller de reparaciones paragüerile, como en su metódica y rutinaria vida de poco menos de cincuenta inviernos.
Su única inquietud eran los largos veranos, que menguaban los intereses de su negocio, y su mayor regocijo el estrépito de un torrencial aguacero.
Ahora sí, ya conocemos a don Blas en figura; someramente su carácter, y a continuación veremos cómo una chica, sin la mejor culpa, fue la causa que dio al traste con una perfecta organización humana.
Pues resulta que don Blas se enamoró hasta las varillas de una linda vecinita y claro, a sus años - los del paragüero-. una pasioncilla es tremenda; tanto más, como que nuestro personaje era bastante tímido y como tal, jamás se atrevió a obsequiar a tan delicada criatura ni siquiera con un requiebro que, sin duda, lo pondría en ridículo; y eso, ¡de ningún modo!
La joven ignoraba que había movido los más íntimos sentimientos del paragüero; con todo y que las mujeres suelen advertir cuando mueven a su paso, así sea un ladrillo del pavimento.
Pues bien, don Blas… murió de un aguacero.
¿Cómo así?
Verá usted:
Cierto domingo tuvo lugar un desfile carnavalesco, y nuestro hombre decidió concurrir al alegre espectáculo. Asistiendo a él, a la sazón de pronto e inesperadamente comenzó a llover y, al abrir el paraguas, vio entre la multitud y a pocos pasos de distancia a su amada vecina, desprovista de sombrilla o impermeable alguno.
La ocasión era asaz fortuita para ofrecerle un oportuno servicio mediante un gesto de cortesía, amén de un pretexto para entablar conversación con su idolatrada.
Con los primeros goterones llegose gentil donde su vecinita, a brindarle la protección de su paraguas; refugio que aceptó la chica con regocijada gratitud.
La lluvia arreciaba y don Blas, por guarecer del chubasco a la damita cuanto fuera posible, recibía sobre sus espaldas buena parte del aguacero; así como los chorros que caían por las puntas del varillaje, si que le importara un bledo mojarse, dada la satisfacción de prestar atención aquella gratuita merced.
El chaparrón se convirtió en fenomenal turbonada, como tal violencia que dispersó en pocos momentos el desfile, cuyos espectadores se peleaban por ocupar los pocos taxis que estaban en servicio.
Don Blas y su protegida resolvieron caminar hasta sus respectivas casas, ubicadas no muy lejos de la calle del carnaval.
El paragüero llegó a la suya hecho una sopa, estornudando estrepitosamente y calado hasta la armazón.
El resfriado se complicó de tal modo que, al cabo de tres días terminó para siempre aquella laboriosa existencia.
A las cinco de la tarde lo enterraron y, entre la media docena de acompañantes en el sepelio, solo hubo unos ojos que se humedecieron: los de Rosita, tal el nombre de la vecina del galante paragüero.
¿Y qué más…?
¡Poca cosa!
La noche, salpicada de estrellas se abrió sobre la tumba como un inmenso paraguas que estuviese lleno de agujeros.
...Buenas noches a todos.Paso por aqui por que es de recibo ser agradecido.Si Sra Nalca , si , eso es lo mas importante, lo que permite este medio, el poder compartir escritos,fotografias y sentimientos.Tengo que decirle una cosa,mire, tengo ese texto aqui desde las navidades y de verdad,dudaba si ponerlo por que supuse que ya estaba releido.No esperaba esa aceptacion y me alegra muchisimo...Y eso del alma ,me saco unos colores por que no estoy acostumbrado halagos,sinceramente yo creo que todos tenemos el alma hermosa ,lo que pasa que tenemos tambien dias jodidos que se interpretan las cosas,vaya usted a saber.(Hay que perdonarse.)Muchisimas gracias a todos por compartir,y un abrazo muy, muy cariñoso para Mechi, por que me transmite tanta ternura como respeto,y eso hay que tenerlo en cuenta.
Que tengan una buena noche todos ustedes.
Muy bien polola de guaracha la octava real tiene 11 silabaste has dado cuanta de esta celada que os puse,nuncauna alumna debe de quedarse con lo que enseña el maestrosiempre tiene q ir mas alla y investigar porsu cunta,lo que escribifue una variante de la octava real que se denomina cuadrado enlinia donde son 8 versos y una metrica de ocho silabas con sus respectivas rimas.En cuanto al cuento que nos envio SHANTY me parece que no es comtemporanio si no mas bien del tiempo de Miguel de Cervantespor su tematica de esos tiempos.
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