
Los discípulos estaban enzarzados en una discusión
sobre la sentencia de Lao Tse:
Los que saben no hablan;
Los que hablan no saben.
Cuando el Maestro entró donde aquellos estaban,
le preguntaron cuál era el significado exacto de aquellas palabras.
El Maestro les dijo:
¿Quién de vosotros conoce la fragancia de la rosa?
Todos la conocían.
Entonces les dijo: Expresadlo con palabras.
Y todos guardaron silencio.
