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LouAndreas
11/09/2013 22:37
Hoy precisamente vi una entrevista en la tv. con el médico de confianza de Salvador Allende: Óscar Soto Guzmán, última persona con la que habló el Presidente.
Ha escrito un libro: Allende, en el recuerdo" y se ha prestado a responder las preguntas de los internautas, pongo el link de la página por si os interesa leer sus opiniones.

http://www.elpais.com/edigitales/entrevista.html?encuentro=10390   
fgam
11/09/2013 20:34

Alguien dijo que hay libros que lo persiguen a uno. Creo que esta mañana me ocurrió eso. Un libro me eligió como lector y no tuve más remedio que comprarlo. La historia fue así:

Ayer había leído este artículo:

 

http://www.clarin.com/ciudades/best-seller-jamas_0_990501009.html

 

Me pareció muy interesante la actitud del librero del artículo que tiene una lista negra para autores que no son de su agrado y sólo vende autores que a él le gustan.

Esta mañana tuve que ir al centro, y decidí salir más temprano para visitar un par de librerías. Hace unos cuantos días que el banco me mandó una nueva tarjeta que debería habilitarse a las 72 horas, cosa que no ocurrió. Hacía una semana que debería haberse habilitado, pero no encontraba momento para ir al banco a reclamar. Esta mañana pensaba ponerme a hacer cola en el banco, antes de que abrieran, para hacer ese trámite lo antes posible y que la complicación que me producía en los horarios fuera lo menor posible. Salí más temprano aún para aprovechar y visitar ese par de librerías.

Apenas posé la vista en las estanterías de la primer librería, vi la novela "La intemperie" y me acordé del librero del artículo que la había calificado como "imprescindible". Pregunté el precio y me dijeron 97$ (un precio normal para el tipo de edición). No me decidí a comprarla, porque en realidad no tenía en mente comprar nada. Luego fui a la segunda librería y como ya sospechaba que esa novela me estaba buscando, pregunté por ella. La chica que me atendió quedó extrañada cuando vio el precio en la pantalla de la computadora: 45$. Un precio irrisorio, una verdadera bagatela, en el sentido en que aquí usamos esa palabra (algo que está a muy buen precio). Para mejor, cuando fui a la caja se me ocurrió intentar pagar con la tarjeta por las dudas y efectivamente se había habilitado, así que también me vino perfecto no tener que ir al banco y evitar la complicación de horarios. Veremos que tal es la novela pero los presagios no pueden ser mejores.

nalca
11/09/2013 19:53
Jamás olvidaré ese día del maestro. Nos aprestábamos a celebrar cuando empieza a circular el rumor del golpe de estado. muchos pensamos que algo hay que hacer; otros con la sonrisa de oreja a oreja. Anuncian la muerte de nuestro presidente y empiezan los horrores que irán acentuándose día a día. Una maldita fecha ese 11 de septiembre. Sin embargo las últimas palabras de Salvador Allende nos mantienen en pie y sus palabras cobran más vigencia que nunca.
raskolnicof
11/09/2013 18:48
En casi todo el mundo se celebra el 11 de septiembre el día del profesor.
En Chile hasta el año 1973 también era así, pero hoy, ese festejo se realiza en otra fecha. Yo, que nunca daba regalos a los profesores, precisamente ese día me había preparado con uno para mi profesora jefa. El día estaba tenso por el tema del golpe de estado en Chile y los profesores habían recibido la orden de enviar a sus casas a los estudiantes. Yo no sabía qué hacer con mi regalo, si botarlo en alguna parte o esperar un momento de tranquilidad y entregárselo a la profesora. Opté por lo último y aproveché la ocasión en que me la encontré muy neviosa por un pasillo del liceo. "Feliz día del profesor, señorita", le dije y le entregué en sus manos mi presente. Ella me lo agradeció con lágrimas en los ojos. Luego cada uno se retiró en sentido contrario por el pasillo; yo, contento por haber cumplido mi cometido, y ella, tratando de abrir el regalo. No pasan muchos segundos cuando escucho un fuerte y estremecedor grito de mi profesora. "Lágrimas y ahora un grito- pienso- ¡pero si sólo se trata de una barra de chocolates! ¿Por qué tanta emoción?", me pregunto.
Mientras pensaba todo eso, me dí vuelta y veo a mi profesora muy acongojada junto a un grupo de profesores quienes le informaban que por radio se había dado la noticia de la  muerte  del presidente de Chile, Salvador Allende.
nalca
10/09/2013 21:19
No te saliste de tu propio foro, al revés, como hemos posteado aquí nos gusta este foro , porque podemos contar , dejar algo de nosotros mismos: compartir vivencias, recordar y conocernos. En esta página  una tiene la oportunidad de hacer amigos, así puedo contarte que son varios los usuarios que se han hecho cargo de sus padres ya ancianos y lo que a ti te pasó es más bien común. Sucede que cuando te haces cargo de ambos, inevitablemente llega ese momento y generalmente es la propia abuelita quien pide o está de acuerdo en separarse de su compañero . Acuérdate que con esta enfermedad hay una etapa en que se tornan agresivos. Tu te sientes culpable, pero tu posición fue minoritaria y también lo más importante a considerar es la opinión de tu madre, si ella así lo quería, no hay nada que hacer. Ahora, la elección de la casa de reposo o asilo también es algo complicado. A veces uno cree haber encontrado lo mejor y no lo es y a los buenos lugares cuesta un mundo acceder.
raskolnicof
10/09/2013 19:42
En esta ocasión no me referiré a un sueño ni a algo aprendido de algún libro. Se trata de frases. Tres frases pronunciadas por un amigo de infancia mucho mayor que yo y que no se han borrado con el paso del tiempo. Tal vez carezcan de importancia, no lo sé, pero por algo están y me las llevaré  donde sea.
La primera de ellas fue cuando un grupo de jóvenes celebraba en, 1973, el golpe militar por las calles de mi barrio. Todos ellos eran apenas unos rapaces que ocupaban su tiempo en pichangas callejeras y en juegos infantiles. Mi amigo  los miró con tristeza y dijo: "Pobres, ellos aun no saben lo que es una dictadura". Efectivamente no sabían lo que esa palabra significaba, porque varios años después muchos de ellos eran los primeros en hacer barricadas y quemar neumáticos cuando se cumplía un aniversario de la fatídica fecha.
La otra frase que pronunció mi amigo, fue cuando su hermano, un dia de verano, desapareció en el mar. Mi hermano mayor ya había muerto también en trágicas circunstancias. Con el y otros amigos recorrimos la solitaria playa por varios días y noches, sin resultados positivos. Hasta que en esas caminatas sólo quedamos los dos, en esa búsqueda infructuosa. En un momento cualquiera de esas jornadas, yo le dije: "Tu sabes que nosotros perdimos a un hermano hace poco, así que parece que no queda otra cosa que resignarse".
- "¿Qué otra cosa queda poh, que resignarse? Es fácil decirlo, resignarse, resignarse", respondió él. No abrí más la boca. Por varios otros días se alargó la búsqueda sin resultados.
La última tiene que ver con la reciente muerte de mi padre. Conocía él la lucha que habíamos dado en casa con uno de mis hermanos, para no internar a mi padre en una clínica especializada en alzheirmer y dejarlo en casa al cuidado de una enfermera. Eramos minoría y a mi padre lo asilaron a más de doscientos kilómetros de casa. Mi amigo tiene a su madre con la misma enfermedad y la cuidan en casa todos los hermanos con dos enfermeras (ella aún vive). Yo siempre me quejaba ante él que a mi padre lo habían muerto para mi el día que se lo llevaron. Mi defensa era que aún no estaba tan grave como para internarlo. Creo que fueron tres años que estuvo mi padre en la clínica antes de traerlo solamente a morir. Ni siquiera lo volvieron a su casa. Se lo llevaron a una asilo de ancianos, en donde falleció en la más absoluta soledad. "Supe lo que pasó con tu papá, me dijo mi amigo. No hay nada más que decir". Ese fue su pésame.
Excúsenme, parece que me salí de mi propio foro...
nalca
10/09/2013 07:19
Hablando de disfrutes, Bona y Mechi, recuerdo uno bien dañino para quienes afectaba la molestosa acción. Crecí en un hogar donde mi padre militar, intentaba imponer una severa disciplina. éramos tres hijas y no sé por que motivo yo fui la más irreverente de las tres. Recuerdo que sin que se dieran cuenta mis familiares, integraba una pandilla que se dedicaba a salir a tocar los timbres de las casas, ¡Cuánto gozábamos molestando a los vecinos! Nunca nos pillaron y jamás se habrían imaginado que clase de niñita andaba en esas andanzas.
MECHITAZ
10/09/2013 03:16
Pues si, Koki. De esa época guardo la maravillosa sensación de que todo era interminable. Sentíamos que las vacaciones eran largas, que nunca íbamos a terminar la escuela, que faltaba mucho para llegar a ser grandes. Disfrutábamos el ocio, y no eramos como los chicos de ahora que a cada rato dicen que están aburridos. Quizás ahora las nuevas generaciones tengan otros disfrutes, pero eso sí que se lo han perdido. No creo que nos aburriéramos, simplemente esperábamos, y alguna actividad surgía con los amigos del barrio, o sinó te ponías a jugar solo. Jamás dije: me aburro!

jaja y las Flecha con la raya roja, eran lo más!
kokito1956
10/09/2013 02:50
Hablando de cocos ...y de romper los cocos  recuerdo en mi época  juvenil (no cuando fui monaguillo) fue después cuando era un imberbe de 16 o 17 pirulos y usaba los vaqueros 
LEE y las zapatillas "Flecha" , cuando la única tecnología que manejábamos eran los flipers
y  una radio Spica solo de AM  (la FM no se había inventado ) mejor dicho no había llegado a la Argentina . En mis largos ratos de aburrimiento durante las vacaciones escolares de 3 meses se hacía largo el tiempo y había que llenar las horas con algún tipo de actividad .
No precisamente provechosa y con sentido . La vagancia era nuestra actividad mas común por aquéllas épocas , vagar y vagar ...y si era posible molestar al prójimo . Eso nos redituaba unas cuantas horas de entretenimiento gratis y divertidos momentos , inolvidables momentos.
Por ese tiempo estaban de moda los "chascos" o sea todo tipo de parafernalia apropiada para joder a los demás gratuitamente . Caramelos de pimienta , bombitas de olor . Eso  las bombitas de olor eran un arma peligrosa para los pasajeros de los trenes que desprevenidos caían víctimas de nuestro bombardeo vagón por vagón . Estas famosas bombitas de olor eran una ampolla de vidrio que contenía un líquido "especial" para espantar pasajeros de tren. Nunca supimos bien la fórmula del líquido contenido en esas ampollas , lo único certero es que contenía clara de huevo podridad mezclada con alguna sustancia fuerte (desconocida para nosotros) . Lo mejor del asunto era ver las caras de los pobres pasajeros  cuando hábilmente las hacíamos estallar contra el piso del tren y el líquido derramado comenzaba a emanar sus vahos espanta-gente , lo peor es que no arrojábamos una sola sino tres o cuatro lo que hacía insoportable permanecer muchos segundos en ese vagón . Algunos estoicamente y ya casi descompuestos del hedor suspendido en el aire sacaban sus cabezas por las ventanillas para respirar un poco de aire puro y fresco de las tardes de verano . Otros giraban la cabeza para todos lados como buscando el origen del repentino olor putrefacto . Qué lindos momentos esos . Y que linda época de una juventud sana , comprometida socialmente , con valores y principios muy arraigados en su formación intelectual.  Comprometidos por la conservación del medio ambiente ...aunque todavía no existía "Greenpeace"
Creo que desde esa época empezaron a llamarme bonachón.
pseac
10/09/2013 00:59

La palabra bagatela significa cosa sin importancia o sin valor,
contar trozos de nuestras vidas es entonces una baga-tela
cuando se sabe que los traumas vienen de la niñez,pero como
esas cosas son del pasado a lo mejor hoy por hoy carecen de importancia
como cuando tenia 9 años por alla en los cerros de Valparaiso alguien
quizo comerme los testiculos,vulgarmente llamados cocos en Chile,
y crudos mas encima.,

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