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bagatelas...

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«1920212223»
09/10/2013 17:51
Desde pequeño he tenido unos gustos musicales de lo más variados: de jazz a flamenco, de blues a hip hop, pasando por clásica o rock, muy pocos géneros no eran de mi agrado. A pesar de mi eclecticismo, siempre valoré como el súmmum de la música a la banda Queen.

Hace muchos años, estando aún en mi etapa universitaria, volvía a casa una noche bastante tarde. Caminaba a zancadas largas, apurando el paso, ya que los inviernos en Compostela no suelen ser de clima benigno y la humedad calaba los huesos. Apenas se veía un alma cuando dejé atrás la Plaza de Galicia y decidí atajar por la Zona Vella. Atravesando las callejuelas cercanas al Obradoiro me topé casi de bruces con un grupo de gente que salía a trompicones de uno de aquellos garitos...
Era evidente su estado de intoxicación etílica, les costaba mantener el equilibrio y se sostenían unos a otros, sus rostros amargos, llorosos. No era la típica fase de exaltación de la amistad, más bien una pena compartida. Casi les había perdido de vista cuando comenzaron a berrear una letra que conocía muy bien: Bohemian Rhapsody.

Al principio no le di importancia, pero según iban subiendo el volumen de sus voces también lo hacía su desesperación al cantar. Me paré y miré hacia ellos, era una estampa curiosa, ebrios pero dignos, trovadores sin más público que las finas gotas de lluvia. Tanto sentimiento le echaban que no pude evitar ponerme a vociferar yo también, contribuyendo a destrozar aquella bella melodía.

Al terminar, con un halo de infinita tristeza, se fueron calle arriba, tambaleándose. Con una extrañísima sensación en mi cuerpo, retomé el camino y pronto llegué al piso que compartía con mis compañeros. Al mediodía siguiente, cuando me levanté, encontré una nota sobre la cafetera: Ayer murió Freddie.
08/10/2013 19:55
me encantan :) 
08/10/2013 17:55
Raskolnicof, tu historia me ha recordado a una vez que estuve en un resort en Varadero, Cuba... Estaba yo por la noche en una de las barras del resort bebiendo daikiris con mi pulsera all inclusive y de pronto se me pone delante una negra cubana vestida al estilo ballet tropicana con frutas en la cabeza, tanga y sujetador con colgantes en los pezones... Quería venderme un CD y yo estaba en plan ¿de dónde ha salido esta?... Al ver mi desconcierto me pregunta que si no había visto el espectáculo en el auditorio del resort, oh! vaya por dios, me lo he perdido... Me dice que al menos si le compro el CD podré escuchar la música del espectáculo, y yo, mirandola de arriba abajo le contesto que lo que lamento haberme perdido no es la música precisamente... Amol eso se puede arreglar, pero te costará un poquito más... Acabé pagandole por el espectáculo, comprandole el CD, y a punto estuve de casarme con ella para traermela a España...


08/10/2013 17:25
Gracias Pince por tu aporte. Se agradece la historia y el talento que has puesto en ella.
Tu historia removió en mi mente una anécdota que me ocurrió precisamente en una micro (así se les llama acá). Siempre abordan estos medios de transportes todo tipo de artistas, charlatanes y vendedores callejeros ofreciendo su talento o sus productos. Generalmente no acostumbro a comprar nada allí por la calidad o el origen de la mercadería. En el caso de los artistas, tampoco entrego mi dinero si el cantor no es bueno o el músico no demuestra su talento. En uno de esos viajes, subió al micro un grupo de música andina (o canto popular) con guitarras, charangos y bombos a cuestas. Se ubicaron rápidamente al fondo y comenzaron a actuar. Los artistas eran buenos. Cuando terminaron, agradecieron a los pasajeros y solicitaron una colaboración. Al mismo tiempo ofrecieron a la venta discos compactos de ellos, por un módico precio.
A mi criterio, los artistas eran verdaderamente talentosos. Sobrepasaban con creces a otros cantores que había escuchado. Por lo que me creí obligado a entregar mi aporte cuando uno de ellos pasó con su mano tendida. Deposité en ella un hermoso billete rojo, de un valor no despreciable (afortunadamente para ellos y para mi, ese día estaba recién pagado). El tipo se sorprendió con el pago. Lo gradeció y creyendo que yo le compraba algunos discos comenzó a sacarlos de un bolso. - No, no ,no - le dije- Yo no le estoy comprando sus CD. Yo les estoy pagando su actuación y los felicito por el buen momento que me han hecho pasar. Junto con ello saqué otro billete y compre un C.D. El cantante, asombrado, agredeció mi gesto.
06/10/2013 17:08
Día de primavera, no recuerdo el año, los niños están sumamente cariñosos con su padre, es que el súper se ha comprado por primera vez un auto nuevo y las intenciones de sus críos están a la vista. Segura de que al menor descuido mío el padre entregará las llaves del auto, opto por hacerme la simpática y digo: "Vayan a la desembocadura del Bío BÍo, allí es más fácil practicar en el camino" Encantados y agradecidos me invitan a que vaya con ellos, aunque se que voy a aguarles la fiesta acepto . El paseo resultó fscinante y debo reconocer en mi hijo Mario a un gran chofer.
De regreso, en las proximidades de un parque, vemos un precioso doberman, solitario y con cara de perdido. Mis hijos se bajan todos a verlo y el animal se deja acariciar, después de un rato , mi hijo mayor que se ha quedado al volante , le grita: "Adelante suba usted" el animalito lo hace en un santiamén y se instala a su lado . Al llegar a casa le proporcionamos un baño, recuerdo como si fuera hoy como estiraba una patita, luego la otra para que la jabonaran, en eso estábamos cuando entra el súper y dice que es una dama, las niñas la perfuman y la llevan al living, allí se instala en la alfombra que sería su lugar habitual durante muchos años.
Uno de mis hijos menores , que no había ido al paseo llega en ese instante y dice: ¡Oh si parece una nalca! Apartir de ese momento queda bautizada como la NALCA
La Nalca sería con el tiempo heroína de muchas historias, protagonista de cuentos que han sido publicados.
En una bagatela anterior, cuento como tiró de mi falda con elástico en la cintura , dejándome casi en paños menores mientras bailaba, celosa, porque bailaba con otro que no era el súper.
03/10/2013 00:10
Una compañera que se dedica a la microbiología dice que es apasionante, y que en los congresos de microbiólogos es feliz, porque no es fácil que interese a nadie el micromundo tanto como a ellos. 
Un día nos explicaba que había ido hace años a un congreso a presentar una ponencia sobre "serología en helicobacter pylori" , hizo una presentación en power point (quizá de las primeras veces que se utilizaba este tipo de formato.. hace mucho...) y estaba llena de alusiones a la serogía a las pruebas serológicas y a los conceptos serológicos en general. 
A pesar de que era consciente de que sus compañeros se mostrarían interesados por su trabajo, no esperaba el bullir de la sala mientras hablaba, mirada fija en el auditorio, a la vez que pasaba, sin mirar de tanto que lo había preparado la presentación. 
De repente dejó de hablar y miró a la presentación ya que parecía que allí estaba el foco de atención.. y horrorizada descubrió que el diccionario había corregido espontáneamente el documento, y allá donde ponía serología y derivados, aparecía la palabra "sexología" ... xD
Se rió, pidió disculpas y continúo la explicación. Probablemente ésa sea una de las presentaciones más "animadas" que se pudo nunca dar en un congreso de microbiólogos!
02/10/2013 00:10

Hurra! por mi súper y también por PAVELITO.
01/10/2013 23:06
Otra de cuando tenemos dos o tres años... - Los coches van por la carretereta.

Supongo que como la carretera es muy larga , pues ellos la alargan un poco ....
01/10/2013 23:03
Mario: el Super, es súper! 
01/10/2013 21:29
mario :) 
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