Mi bagatela tiene que ver con una de las personas más queridas de búho21, me refiero a Mechitaz.Cuando mi hijo, Mario, pensando que yo languidecía de tedio y soledad allá en el sur, me trajo a este sitio, me recomendó que leyera las coplas de Normal48 y que aprendiera de ella. También me habló de la MAESTRA Portenia, de su compromiso hacia los pueblos originarios y de su bella poesía y con mucho énfasis destacó a Mechitaz, como la persona simpática , amable y conciliadora capaz de unir a todo el mundo.Tomé al pie de la letra estas indicaciones de mi hijo y vaya que me han servido.Confieso que he abusado de la paciencia y buena voluntad de Mechi, ustedes no se imaginarán como era de ignorante cuando llegué aquí, ni siquiera era capaz de chatear y menos de entablar amistades.En uno de estos abusos de confianza, le cuento que tengo una amiga escritora en Ecuador a quien quiero mucho y que perdí su rastro, lo cual me apena, porque era una linda amistad. Yo había organizado algunos eventos para presentar sus libros en Chile, que ella consideraba exitosos y a la vez yo estuve en Ecuador, donde ella devolvió con creces las pequeñas atenciones que le brindé acá. Mechi se interesa por lo que le cuento y no pasan quince minutos cuando me entrega una lista de links y múltiples contactos. Demás está decir que tuvieron que enseñarme a poner correos y enviar mensajes.Resultado ,María del Carmen Garcés, mi amiga en la misma fecha y sin recibir mi mensaje aún, me ha enviado una carta y unos libros con una amiga que estaba de paso por Ecuador.Lo asombroso es que nos buscamos el mismo día...
Días atrás al leer unas impresiones de Krazy kat, donde menciona a algunos poetas y de paso a Neruda, se me vino a la memoria un momento de mi vida donde estuve muy cerquita de nuestro gran vate. Me puse a escribir inmediatamente y me gustó como quedó, pero desgraciadamente para mi, no vió la luz, porque al tratar de enviarlo se me borró , pensé que definitivamente nunca iba a tratar de rehacerlo, sin embargo hoy amanecí con ganas de intentarlo de nuevo.
Hace varios años atrás, un día cuya fecha no recuerdo, quizás para San Pedro (fiesta de los pescadores) se celebraba en una caleta de Talcahuano una fiesta de la gente del mar con nuestro poeta, Pablo Neruda. Una amiga que era encarnadora, un duro oficio relacionado con la pesca artesanal, me invitó, sabiendo que era muy importante para mi como profesora a cargo de los talleres literarios de mi escuela, tener esta importante experiencia.
El ambiente de la caleta era bullente de actividad y alegría, las embarcaciones engalanadas, los puestos de pescados y mariscos ofreciendo sus frescos y apetitosos productos, las cocinerías invitando al deleite de sus sabores y los pescadores y sus familias compartiendo con alegría.
Mi amiga me instaló cómodamente en un bote vacío y se fue a cumplir los deberes que se le habían asignado.
Permanezco allí por un momento presente y ajena observándolo todo, Neruda conversando, riendo, estrechando manos, los pescadores contentos rodeándolo, pareciera que disfrutan mutuamente de su cercanía. Me llama la atención el respeto y a la vez la confianza, como si fueran parte del mismo cotidiano afán.
Valorando el momento que me toca vivir y al mismo tiempo pensando que esto transmitiré a los muchachitos en mi escuela, no me percato que tengo a mi lado a un fornido pescador , quien me dice:” Compañera, venga a saludar a Pablo” sorprendida y luego agradecida por el halago de llamarme de ese modo, intento rehusar, pero el machote me alza en vilo para sacarme del bote y luego del brazo me conduce hasta donde su compañero y me presenta, Neruda me extiende su mano y quizás el apretón sea igual a cientos de los que dio en la caleta, pero yo lo consideré único y mágico…
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