Trataré de ser lo más claro, conciso y preciso. Soy un tipo difícil, de mal genio, gruñón. Busco la burla al límite de la ofensa, pero de la ofensa elegante, oculta, fina. Si no se me entiende, mejor. Que me felicite el agredido. Aclaro que no siempre he logrado eso. A decir verdad, nunca lo he logrado. Mas, no muero en el intento: siempre me empeño por alcanzar ese ideal, sobre todo, cuando soy yo el primer lastimado. No acostumbro a responder con golpes porque creo que mi batalla antes de iniciarse estaría perdida, no porque piense que mi eventual rival me dará una paliza, sino, porque creo que la agresión física es renunciar al sabor del triunfo superior con el que premia el intelecto.
Ah… pero no se crea que bajo esas condiciones, que yo considero propicias para mí, he resultado siempre incólume. No os engañéis, en varias ocasiones el que debió resignarse a la vergüenza de cobijar su rabo entre las piernas, precisamente fui yo. El lado positivo de esas refriegas es que mis contendientes resultaron ser más agudos y elegantes y ante eso, no hay nada más que hacer, sólo aceptar la humillación de la dignidad y honor rotos y reconocer con hidalguía que le ha doblegado a uno un rival superior usando mejores y más eficaces armas.
Con lo que acabo de reconocer, cosa difícil para mí, descubro mi lado humilde y bonachón. No se me crea lo contrario, porque lo contrario no lo soy. La soberbia está muy lejos de mi frontera personal. Además no tengo razones para ella; pongo este punto, porque creo que dentro de lo que podría llamarse un autorretrato, también debe consignarse lo que uno no es.
Se podría decir que soy antipático, algo tímido, lento. Otorgo los tres puntos: Si me dicen antipático, les respondo que soy osco; algo tímido, les digo reservado; ¿lento?, les respondo racional. En otras palabras les diría: sí, tienen razón, pero también soy todo lo contrario.
Hacía mucho que mi compañera de trabajo no iba a una hamburguesería de comida rápida, pero ayer teníamos prisa y paramos.. ella quería para comer una hamburguesa con ensalada y un refresco, quizá una cola . Le atendió un chico superamable y agradable, y enseguida empezó la conversación : "qué desea? " "la cuarto de libra es de ternera?" "sí, señora, es de ternera" "vale, y qué lleva?" "pues la hamburguesa, cebolla, pepinillo, ketchup" .... "uy, entonces no, que no quiero cebolla ni pepinillo" "no se preocupe, la pido sin cebolla ni pepinillos" ... "desea patatas de luxe o normales? " "cómo?" el chico le explicó la diferencia entre las patatas de luxe y las normales "ah, no.. sin patatas" le dijo mi compañera... "una ensalada? " "perfecto una ensalada" y el atento muchacho.. "con aceite y vinagre o con salsa de nosequé?" "cómo?" "señora, puede uster elegir entre poner aceite y vinagre o salsa"... y mi compañera.. "ah.. con aceite y vinagre"..."¿ y para beber?" y ella.. "un refresco" y el chico "naranjada, limonada, cola.. " "una cola" y el muchacho.. "la cola ...zero, light, normal, sin cafeina? " y ella "qué?" "que cómo quiere la cola.. " y ella" ah.. pues normal" Mientras preparaba el pedido el chico, con una sonrisa de oreja a oreja le dice "señora.. ha tenido que tomar usted muchas decisiones hoy, verdad? " y ella se lo queda mirando y le dice.. "no, que va, yo sabía lo que quería antes de entrar.. pero es que me lo has puesto difícil!!"
a veces nos complicamos muchísimo la vida!
y si no que me lo digan a mi y a mi doble personalidad y no sé por qué me sale de dos colores
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