La peste en México durante la revolución: La influenza española de 1918.

Los síntomas de la gripe española eran parecidos a cualquier gripe típica: fiebre alta de 38,8 a 40°C, dolor corporal, tos, cansancio, etc., pero la diferenciaba de otras gripes porque iba acompañada de diarrea, vómitos, fuertes hemorragias por la boca, nariz y en algunos casos en los ojos y oídos, vomito con sangre y dificultad para respirar. Algunos médicos observaron hemorragias nasales violentas y marcas rojas en la parte blanca de los ojos, pigmentación en la piel sobre los pómulos que cubrían toda la cara horas antes de morir los pacientes, además los patólogos encontraron que las víctimas tenían los pulmones inflamados y evidencias de hemorragias pulmonares, todo eso en conjunto la hacia una gripe asesina, no hay que olvidar el hecho de que un altísimo porcentaje de los enfermos moría el mismo día unas horas después de haberse contagiado de tan terrible mal.


Pandemia de influenza en México. 2009-2010.