La Sibila es una profetisa del fin del mundo de la mitología clásica que se introdujo y adaptó al
Cristianismo gracias a la analogía que puede establecerse entre dicha profecía y el concepto bíblico del Juicio Final.
El
testimonio más antiguo de la Sibila cristianizada y cantada en monasterios (aún no popularizada) lo aporta un manuscrito en latín del Monasterio de San Marcial de Limoges (Francia), en pleno Imperio Carolingio.
En España el documento más antiguo que se conserva es un manuscrito visigodo de la Mezquita-Catedral de Córdoba del año 960, perteneciente a la liturgia mozárabe. Del siglo XI data también el manuscrito de Ripoll redactado en latín, en el ámbito de la cultura litúrgica hispánica, siendo en poblaciones de la actual Cataluña, en donde en buena medida arraigaría.