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Capilla del Arte. Sala Trivia

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08/04/2012 14:12

Yo descubri el Guernica hace ya muchisimos años haciendo un ejercicio de Lengua Castellana (que no recuerdo bien lo que decia).
Pero tambien hay otras grandes obras de Picasso a parte del Guernica como El Entierro de Casagemas.
Aunque tambien hubo otros grandes artistas españoles como (entre algunos de los mas conocidos y que me gustan)Salvador Dalí un pintor que se dedicaba al surrealismo o Velaquez un gran pintor conocido por su obra "Las Meninas" o "El autoretrato de Velazquez" , pero tambien me han gustado otros artistas extranjeros como Van Goh por su obra "La Noche Estrellada" o "Los Girasoles"  , Edvard Munch , Jackson  Pollock un pintor conocido por la tecnica de pintura conocida como el Painting.

08/04/2012 13:56

Hola , yo os presentare una de las grandes obras artistica que existe , el Guernica.
El Guernica es un cuadro de Pablo Picasso , este cuadro fue pintado en 1.937 haciendo referencia al Bombardeo de Guernica durante la Guerra Civil Española.Este cuadro esta expuesto actualme en el museo Reina Sofia de Madrid.

http://www.google.es/imgres?q=guernica&hl=es&biw=1280&bih=631&gbv=2&tbm=isch&tbnid=Om3nhc_Kwj3RHM:&imgrefurl=http://en.wikipedia.org/wiki/Guernica_(painting)&docid=3rYQ5pWxpK_-TM&imgurl=http://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/thumb/7/74/PicassoGuernica.jpg/350px-PicassoGuernica.jpg&w=350&h=157&ei=lIWBT-TkNYrRhAePppHPBw&zoom=1&iact=rc&dur=333&sig=113805114040713965339&page=1&tbnh=73&tbnw=162&start=0&ndsp=18&ved=1t:429,r:0,s:0,i:132&tx=114&ty=50

07/04/2012 22:46
 Hola, un saludo a los que postean acá, un gusto disfrutar de estos buenísimos aportes. Ensisdeus, Badra, Pincelhada... muy completos y educativos, asi como en el foro de los libros, incitan a revisar con detenimiento sus post y aprender.. y disfrutar!.

 A propósito del último post de Pincelhada me surge una duda: ¿En qué movimiento del arte se encuadra el graffiti? El artista que cita Pincel señala que él no es graffitero sino que es pintor. El graffiti no es una pintura técnicamente hablando? Es interesante ver que hay graffitis a lo largo de toda la historia del hombre... ¿Es una corriente paralela a las corrientes artisticas "formales" (léase un cuadro y al museo)?.
 
  Bueno, Pincelhada, Badra o Ensis, o quien desee responder, estaré muy agradecido.



 y gracias de nuevo!
07/04/2012 16:18

Jean Michel Basquiat

Jean-Michel Basquiat (1960 - 1988) fue un pintor estadounidense que nació en Brooklyn, Nueva York, de ascendencia haitiana.
Desde muy joven entró en contacto con la subcultura de la gran ciudad y en 1977 se introdujo en el mundo del graffiti, pintando en los vagones del metro y por las zonas del SoHo.





Antes de terminar el highschool abandonó su casa para vivir en las calles, en edificios abandonados, sobreviviendo con la venta de postales y de camisetas que él mismo decoraba. Seguía dedicándose al graffiti, sus pintadas y escritos tenían mucha carga poética y filosófica, pero sobre todo satírica. El pseudónimo de su álter ego compartido con Al Díaz (SAMO son las siglas de SAMe Old shit), con el que ambos firmaban sus tags y graffitis, con mensajes crípticos, fue decisivo en su vida. Estos murales llevaban inscripciones como “SAMO salva idiotas” o “SAMO pone fin al lavado de cerebro religioso, la política de la nada y la falsa filosofía”.




A partir de 1980, siendo aún un vagabundo, comenzó a dedicarse principalmente a la pintura. Basquiat poseía una cierta curiosidad intelectual y sentía una verdadera fascinación por el expresionismo abstracto, lo que junto a sus raíces haitianas y portorriqueñas, le llevó a tener un gran dominio del grafismo expresivamente gestual. Interesado también por las combine paintings de Robert Rauschenberg y por el Art Brut, de Jean Dubuffet, así como por la cultura popular, sus graffitis adquirieron una cualidad plástica y expresiva cada vez más próxima a la de la reciente pintura norteamericana, hasta llegar a ser definido como “chocante combinación del arte de De Kooning y de los garabatos pintados con aerosol en el metro neoyorquino”.




La leyenda siguió creciendo. Sus seguidores afirman que en sus obras brillan los inicios primarios de un don tremendamente escaso: la genialidad. La fuerza, el lirismo, la melancolía, la violencia, la gracia lúdica, el desenfado cromático, las fusiones imprevisibles están allí, como testimonios que siempre comunican la sensación de fermentalidad inconclusa.

Como él mismo afirmó en más de una ocasión, su trabajo estuvo más cerca de la pintura, una pintura a mitad de camino entre la abstracción gestual y cálida y la figuración post-pop que del graffiti : “Mi trabajo no tiene nada que ver con los graffiti. Forma parte de la pintura. Yo siempre he pintado.”



Su preocupación por transmitir en su pintura la problemática de doble pertenencia a minorías étnicas, la afroamericana y la latina, si bien es elemento recurrente de su narración pictórica, nunca se sometió a intencionalidades mensajísticas condicionadoras. El crítico británico Edward Lucie Smith sostiene: “El más celebrado artista negro de los ochenta, Jean-Michel Basquiat, utiliza con frecuencia la imaginería 'negra', pero al mismo tiempo siempre demuestra su ansiedad por someterla a claros acentos de universalidad. Su intención no era tanto construir una capillita más para la cultura afroamericana, sino competir en igualdad de condiciones con su mentor Andy Warhol.”

 

El 12 de agosto de 1988, a los 27 años, muere por sobredosis de heroína, siendo el artista visual negro más exitoso en la historia del arte afroamericano.





07/04/2012 16:08

ARTE POSMODERNO

El arte posmoderno pretende iniciar una nueva era artística en la época contemporánea. Surgió en Europa y Estados Unidos en los 70s y enmarca diversos movimientos como son la transvanguardia italiana, el neoexpresionismo alemán, el neomanierismo, el neominimalismo, el neoconceptualismo, el simulacionismo, entre otros.

Los artistas posmodernos delatan el fracaso de los movimientos de vanguardia que pretendían eliminar la distancia entre el arte y la vida, universalizar el arte. El artista posmoderno, en cambio, es autorreferencial, el arte habla del arte.

Los posmodernos afirman que se ha producido un desfase entre el arte y la sociedad, ya que el artista ha evolucionado pero el público se ha quedado en un modelo de percepción proveniente de cánones clásicos. Ante la crisis del objeto artístico en los años 70, los posmodernos lo retoman como reivindicación del arte como institución; no plantean nuevas ideas, ni éticas ni estéticas; tan sólo reinterpretan la realidad que les envuelve, mediante la repetición de imágenes anteriores, que pierden así su sentido.



Tim Rollins

Frente a la idea de progreso, evolución e innovación de las vanguardias artísticas, esta tendencia defiende la cultura popular, la hibridación; se caracteriza por el eclecticismo, la mixtificación, el “nomadismo” (ir de un estilo a otro), la “deconstrucción” (tomar elementos estilísticos del pasado), etc.

Hacia 1980 el arte posmoderno pasó a reflejarse en varias formas artísticas, como la pintura, la escultura, el videoarte, el cómic, el diseño, etc. Los primeros artistas de esta tendencia añadieron elementos populares a sus obras, como Richard Prince, o realizaron diversas combinaciones de elementos, como Tim Rollins. Asimismo muchos artistas que venían de estilos anteriores, sobre todo del arte conceptual, adoptaron esta tendencia, como Hans Haacke, que en su obra La libertad ahora va a ser patrocinada, aparte de los gastos menores (Postdamerplatz, Berlín, 1990) incluía un epitafio de Goethe: “el arte sigue siendo arte”, un auténtico lema del arte posmoderno.

Algunos posmodernos se comprometen más con la sociedad de finales del siglo XX, incorporando a sus obras referencias relativas a los nuevos conceptos de reivindicación social: la sexualidad, el feminismo, la diversidad étnica, el medio ambiente, etc. Jean-Michel Basquiat reflejó en su obra la denuncia contra el racismo, con obras impactantes donde mezcla el arte tradicional con el graffiti, con influencia del arte africano. Keith Haring trató el tema de la homosexualidad, con obras fuertemente influidas por el cómic. David Wojnarowicz expresó en sus obras una temática centrada en el sexo, la enfermedad y la muerte, con referencias al sida, la nueva enfermedad del finales del siglo XX. Asimismo, artistas como Mary Kelly, Barbara Kruger, Jenny Holzer y Cindy Sherman plasmaron el papel de la mujer en la sociedad de su tiempo.




Keith Haring



David Wojnarowicz





06/04/2012 02:08
Qué buen foro! Felicidades! Gracias por sus aportaciones, muy completas e interesantes.





05/04/2012 17:36
Esta celebre pintura de Vicente Juán Massip, más conocido como Juán de Juanes, forma parte de los recuerdos de mi infancia.Cuando visitaba a mi abuela Tomasa la contemplaba .La tenia colocada en el salón ,en un lugar que al entrar la encontrabas de frente.
Su casa era un museo creado por mi tio Agustín , pintor autodidacta .Lo recuerdo siempre con un pincel en sus manos y haciendo caso omiso a mi abuela que le pedia salir a la calle de vez en cuando a que le diera el aire,según ella ,acabaría intoxicado entre sus botes de pinturas..Me encantaria volver a sentarme a su lado y verle pintar , aunque tampoco a mi me hacía caso cuando le hablaba,( siempre haciendole preguntas). Se embelesaba en su maravilloso mundo...
Bueno,.este cuadro de todos conocido La última cena, es mi aportación, junto a algunas pinturas más del reconocido artista.
Juán de Juanes era hijo del también pintor valenciano Vicente Massip, de el heredó el gusto por el arte y un estilo influenciado en Leonardo y Rafael
05/04/2012 15:59


04/04/2012 20:10

Si en el mes de la Literatura comenté una novelita que me hacía sonreir y estar animado, es decir, lo puse como ejemplo de Felicidad, en el mes del Arte me ocuparé de algo totalmente opuesto, me refiero al Sufrimiento o Dolor, el Pathos.

Esta palabra griega tiene varias acepciones. Una de ellas es la de Sentimiento y Expresión, ¿qué nos transmite la obra al contemplarla? , ¿De qué manera lo plasma el artista? ¿Con qué rasgos y emotividad?; otra de las acepciones de Pathos es la de Sufrimiento, Pena, Dolor, que en latín se traduce por patior, en catalán patir, y en castellano padecer; además de otras palabras de la misma familia como Patológico, Pasión o Patético, que vienen a significar momentos dolorosos o dramáticos. Todas sirven para expresar este sentimiento de la cara menos agradable de las emociones humanas y que nos acompaña bastantes veces a lo largo de nuestra existencia, es decir es algo inherente al ser humano.

Una de las cosas que más me ha ayudado siempre cuando he estado en estos trances ha sido sin duda el Arte. Muchas veces ha sido la medicina que ha mitigado el dolor del corazón, y recrearme en la belleza, y más concretamente en la belleza patética, es decir en las obras de Arte en las que he visto representado ese Dolor, esa pena, esa consternación, ha hecho que me sienta comprendido, arropado, acompañado, en definitiva ha sido el opio que ha conseguido por un tiempo tranquilizar mi espíritu enfermo y melancólico.
Esta es una de las maneras con las que vivo y contemplo el Arte. Recuerdo una vez que estaba enamorado de mi mejor amigo, como me ha pasado casi siempre, y bueno, teníamos 17 años y empezó a salir con una chica que además me caía bien y todo, pues bien, eso me afectó bastante. Caí en la melancolía y la autoconmiseración, caminaba triste por el pasillo del instituto que llevaba hasta la clase de Historia del Arte...entramos y mi venerada anciana profesora nos puso un video sobre las Catedrales Góticas Francesas con sus magníficas vidrieras medievales, Saint Denis, Chartres, Reims, Amiens , Notre Dame...con música antigua de fondo, como la de Lassus que pondré al final,disfruté cada segundo de ese documental y no quería que terminara nunca, porque era feliz mientras contemplaba las imágenes y la locución del narrador, y por un momento me olvidé del mal momento por el que estaba pasando. Mi amiga Ana me dice siempre que la Música Antigua la disfruto mucho más cuando estoy enamorado; el Arte se disfruta más, pienso, es una opinión personal, cuando uno está sensible, deprimido, enamorado incorrespondido, enfermo, melancólico y bueno este foro es para presentar las obras de Arte preferidas y yo lo que he presentado es mi emoción preferida en el Arte que es la del recogimiento, el dolor, la melancolía, en definitiva la Pasión, y ahora pondré una escultura, una pintura y un motete sacro que reflejan esto que estoy comentando aquí. Podría haber puesto la Gloria, Felicidad y Ëxtasis del Barroco, la Serenidad y Perfección del Renacimiento, el Historicismo y la Evocación de otras épocas del Romanticismo y Prerrafaelismo, la extraordinaria Pintura Burguesa y Popular de los Países Bajos o el Virtuoso Neoclasicismo Francés, pero desde siempre el arrobamiento estético, la inspiración y la contemplación me han venido por el camino de la melancolía, el desamor, el dolor y la compasión.

El Gálata Moribundo, o Galo Moribundo o Gladiador Herido, es una escultura del periodo helenístico, es decir de la época de la decadencia de las polis griegas tras la hegemonía de los macedonios, concretamente la época de Alejandro y posterior, es el periodo barroco de la escultura griega, es decir, los ideales de armonía y perfección propios de una sociedad en esplendor son sustituidos por otros nuevos como el desequilibrio en las formas, un mayor naturalismo y gran expresividad. El soldado galo, ( entre los siglos VIII y V a.J.C diversos pueblos celtas, entre ellos los galos, se expandieron por gran parte de Europa entre ellos la Península Ibérica (Celta de Vigo) y el Asia Menor -los gálatas-(Galatasaray). Herido de muerte en la guerra contra sus vecinos de Pérgamo yace en el suelo esperando su trágico fin, el expresivo pathos es lo que siempre se ha resaltado de esta escultura, la mirada perdida en el vacío, el dolor que refleja por la pérdida de la batalla, por las heridas a él inflingidas, por la muerte cercana bien pueden representar el dolor de toda la condición humana y los sufrimientos que acarreamos a lo largo de nuestra vida.
Totalmente diferente es la expresión patética y dramática de esta escultura por ejemplo a las serenas y equilibradas del Doríforo de Policleto o la Piedad de Miguel Angel.



La Muerte de Chatterton de Henry Wallis es un cuadro de mediados del siglo XIX que podemos encuadrar dentro del círculo de la Hermandad Prerrafaelita que todos tan bien conocemos en esta página. Representa el suicidio del joven poeta romántico Thomas Chatterton (1752-1770) tras haberse descubierto que una de sus obras había sido una falsificación. En el suelo, al lado del arcón aparecen rotos en mil pedazos esos escritos del joven, que destrozado y arrepentido por este hallazgo decide quitarse la vida.El artista, Wallis, indagó hasta dar con la auténtica buhardilla de la posada donde había sucedido tan infausto acontecimiento, y aprovechó la pálida luz del alba para derramar un reflejo sobre ese cadáver con pantalón color púrpura, las carnes lívidas y la postura de pietá seglar. La ventana abierta en el fondo representa esa vida que se escapa hacia no sabemos dónde.

Si la verticalidad, la rectitud, por ejemplo, del Doríforo representan la altivez, el poder y el esplendor, la horizontalidad yacente de estas dos obras representa la decadencia, la futilidad, la debilidad y la misera del ser humano que culminan con la muerte. A la pasión del gálata moribundo, le sigue la muerte de Chatterton y tras la muerte, el descanso.


Para completar esta pequeña trilogía y acompañar musicalmente a estas imágenes, y aprovechando que estamos en Semana Santa, otra obra con muchísimo sentimiento, expresividad y dramatismo, "Las Lágrimas de San Pedro" de Orlandus Lassus, concretamente el motete "Vide Homo Quae pro Te Patior" (Mira hombre, como por ti sufro)
Después de negar a Jesús por tres veces, Pedro escucha cantar el gallo y ve así llevada a cabo la profecía que apenas unas horas antes le había dicho su maestro; al darse cuenta de esto, llora desconsoladamente y de tanto llorar hasta le salen surcos en los ojos.
Este motete que es el último de la obra , el número XXI es para mi el más bonito de todos y es en el que Jesús se dirige al Hombre y le dice: "Mira, hombre, por ti sufro, por ti lloro, por ti muero; mira las penas con las que soy aflijido, mira los clavos con los que soy herido, pues no es tanto el dolor que sufro por estas cosas como el que me atormenta por tu ingratitud."



Y así con una escultura helenística, una pintura prerrafaelista y un motete renacentista que son claros ejemplos representativos del patetismo/pathos (sentimiento, dolor, sufrimiento) y que ha sido el leit motiv de este post, deseo una feliz Semana Santa a aquellos que la estén celebrando y a todos en general que disfrutemos de este mes de abril que tan amablemente han decidido dedicar nuestras administradoras al Arte. Ojalá participemos todos compartiendo nuestras obras de arte preferidas y disfrutando de este apasionante regalo que embellece tanto nuestra existencia y que es el Arte.

Un abrazo y suerte.

P.S. Como habréis podido observar he hablado bien poco o casi nada de la forma, la materia, las dimensiones, los números, materiales o estadísticas de las obras de Arte, esto es  porque ante la obra de Arte lo que prima para mi es la impresión que me causa, lo que siento ante ella y lo que me evoca, es el contenido, el mensaje, lo que ha querido expresar el autor lo que me conmueve y lo que intento interiorizar espiritualmente al igual que cuando leo una novela o cuando escucho una obra musical o miro una película...en definitiva, captar la esencia, el espíritu y el alma de la obra que está ante mi, cuánto más me conmueva y me enamore, mayor será el disfrute, el gozo y la comunión (comunicación) total entre autor, obra y espectador.

04/04/2012 19:53
 

Durante toda la Edad Media, desde el siglo IV hasta el XIII el Arte de la pintura dejó de existir. Los siglos IV, al IX fueron guerra, enfermedades y muerte. Los habitantes europeos de las ciudades tuvieron que trasladarse al campo, las cortes de los reyes se hicieron itinerantes, como feriantes que trasladaban sus tesoros huyendo de ciudad en ciudad perseguidos por los bárbaros. Nadie fue capaz de ponerse a pintar si no era dentro de la seguridad proporcionada por los muros de las fortalezas conventuales solo interesados en la iluminación de manuscritos. Las figuras humanas era hieráticas, esquemáticas e impersonales, seguían un patrón común del que nadie osaba apartarse. A finales del siglo X surge el arte románico, que en su época más tardía comienza a presentarnos figuras humanas más expresivas, individuales y libres, pero no es sino hasta el siglo XII cuando, con el Gótico, surge un pintor que cambia el arte, el hijo de un campesino que se adentra en el mundo de la belleza y pinta figuras, escenas e historias con visos de autenticidad y dotados de una apariencia terrenal, llenas de sangre y fuerza vital. Su nombre: Giotto di Bondone.

Giotto nació en 1266 ó 1267, según las fuentes más creíbles, en Colle de Vespignano, en las cercanías de Vicchio del Mugello, un pueblo cercano a Florencia. Según su principal biógrafo, Giorgio Vasari, era hijo de un campesino llamado Bondone, y pasó su infancia como pastorcillo en los campos. Si bien la mayoría de los autores cree que se llamaba en realidad Giotto di Bondone, otros opinan que su verdadero nombre de pila era Ambrogio o Angelo, y que el nombre por el que es conocido, Giotto, no sería más que un diminutivo, derivado de Ambrogiotto o Angelotto. Según sus biógrafos, fue discípulo del pintor florentino Cimabue, el artista más conocido de su época.

Vasari relata el modo en que el pequeño de 11 años demostró por primera vez su talento artístico: cuenta que, estando el niño al cuidado de unas ovejas, mataba el tiempo dibujando a una de ellas sobre una piedra plana con una tiza. Acertó a pasar por allí Cimabue, quien, impresionado por el talento natural de Giotto —que había dibujado una oveja tridimensional, tan natural y perfecta que parecía viva—, lo acompañó hasta su cabaña y consiguió convencer al padre de que le dejara hacer del muchacho su aprendiz.

Vasari refiere que Giotto era un aprendiz divertido y bromista, a tal punto que en una oportunidad pintó una mosca en la naríz de un retrato. Su técnica era tal que Cimabue intentó espantarla con la mano antes de darse cuenta de que estaba pintada. Esta anécdota de juventud presagia ya la técnica característica de Giotto, que lo capacitaba para pintar figuras casi reales. Cuando Giotto promediaba la treintena, su fama había trascendido las fronteras de Florencia y se extendía ya por toda Italia, a tal punto que el papa Bonifacio VIII le envió un mensajero para pedirle algunas muestras de su arte, con la intención de ver por sí mismo si el renombrado pintor era digno de recibir propuestas para trabajar en Roma. Según Vasari, Giotto tomó un lienzo blanco en presencia del recadero, hundió su pincel en pintura roja y, con un solo trazo continuo, dibujó a mano alzada un círculo geométricamente perfecto, diciendo al hombre: ”La valía de este trabajo será reconocida”. Escribe Vasari: ”Cuando el papa vio el lienzo, percibió instantáneamente que Giotto era superior a todos los demás pintores de su tiempo”.

En realidad Giotto, igual que los pintores que le precedieron no tenía ni idea de perspectiva, ni tampoco las nociones de anatomía humana que luego los pintores se acostumbraron a adquirir, pero sí tenía una predisposición natural para captar la imagen tal como la percibía y eso incluía cierta facilidad para la tridimensionalidad, la incipiente perspectiva y el escorzo correcto. A lo largo de su vida viajó por casi toda Italia, ejecutando docenas de retratos de príncipes, nobles y dignatarios eclesiásticos en su ciudad natal, Nápoles y Roma. Es casi unánime entre los expertos reconocer que las capillas Peruzzi y Bardi de la Iglesia de la Santa Cruz muestran sus frescos, aunque la adjudicación de la autoría de las pinturas a Giotto es uno de los problemas más complejos de la historia del arte .



En el año 1334, la ciudad de Florencia decidió honrar al gran pintor: se le otorgó el título de magister et gubernator (“maestro y gobernador”) de la Obra de Santa Reparata, que se encargaba de las obras de la catedral, así como arquitecto en jefe de la ciudad y superintendente de obras públicas. En esta última etapa de su vida, Giotto diseñó el famoso campanile (“campanario”) de la catedral de Florencia, cuya construcción se inició en ese mismo año de 1334, pero que no pudo ver concluido. Según Ghiberti, los bajorrelieves del cuerpo inferior del campanario fueron también obra suya. Curiosamente, aunque finalmente el campanile no se construyó de acuerdo con sus proyectos, es universalmente conocido como “campanile di Giotto”.

Falleció el 8 de enero de 1337, antes de poder ver terminadas las obras del campanile. Fue enterrado en Santa Reparata, con grandes honores por parte del comune de la ciudad, lo cual era muy inusual en la época. Se trata de un caso prácticamente único entre los pintores de su tiempo: el reconocimiento de que gozaba era tan grande que fue enterrado con honores de noble y dignatario político, algo impensable para un artista, a los que en aquel tiempo se consideraba meros artesanos.



Giotto era un hombre campechano y de vida hogareña, gran conversador y de ánimo bromista. Casado, dejó seis hijos que le sobrevivieron. Fue poco amigo de dispendios y gastos inútiles. Esta costumbre, junto con los buenos precios que obtuvo por sus obras, le permitió ahorrar su dinero —al revés que la mayor parte de sus colegas— y morir como hombre rico. Se relacionaba con soltura tanto con los ricos y nobles como con los hombres del pueblo: se sabe que tuvo mucha confianza con el papa Bonifacio y el rey Roberto I de Nápoles escribió de él que era su ”gran amigo”.



Existe una tradición según la cual Dante Alighieri fue también su amigo, y le habría visitado durante la realización de los frescos de la capilla de los Scrovegni, tal como narra la pintura que os muestro aquí encima, pero no ha podido ser confirmada por fuentes fiables. En todo caso, en la “Divina Comedia”, Dante afirma que Giotto fue superior a su maestro Cimabue y Boccaccio le retrata en el Decamerón.



LA TÉCNICA DE PINTURA DE EL TEMPLE AL HUEVO

Giotto, como todos los maestros de pintura hasta el siglo XV, pintaba al temple con yema de huevo y si no lo hacían sobre yeso al fresco lo hacían sobre tabla de madera. El temple servía para pintar cualquier cosa, daba lo mismo que fueran miniaturas de manuscritos, retablos, iconos, misales, cuadros, paneles decorativos o muros. Los colores al temple con yema de huevo estaban formados por pigmentos en polvo mezclados con una yema de huevo fresco y una parte igual de agua destilada. Mezclados así se obtienen unas pastas de colores que son como las témperas y que se aplican más o menos espesas, por lo que posibilitan que las usemos con la técnica de las veladuras, es decir, aplicando capas de pintura muy diluída, y por tanto semitransparentes, sobre las capas previamente secas. Luego, como los colores al secarse perdían intensidad y brillo, hubo pintores que pensaron que una vez pintada la superficie si la recubrían con aceite entonces los colores volvían a recobrar su intensidad y brillo, tal como estaban recién pintados. También los hubo que mezclaron el aceite de linaza con la yema de huevo y hasta con goma arábiga, pero estos aceites y barnices compuestos de estas fórmulas tan poco refinadas tardaban mucho en secar, había que exponer los cuadros al sol durante días y los colores se deterioraban, los blancos se hacían amarillos y el resto se ennegrecían.



Para conseguir los pigmentos de color había que ingeniárselas, no era nada fácil y dependía del presupuesto que se tuviera para cada obra. Por ejemplo para los azules se utilizaba la piedra de la azurita, pero verdea, y en aquellos años comienza a llegar a Europa, desde Afganistán en cuyas montañas todavía se explotan las minas, una piedra semipreciosa llamada ‘Piedra Azul’ o Lapislázuli, que está compuesta de la azurita, wollastonita y pirita, además de algunas calcitas y silicatos. Con esta piedra se conseguía un polvo para pigmentos que daba un azul tan precioso que todos quisieron pintar con él, pero su comercio desde el otro lado del mundo (por eso comenzó a llamarse azul ultramar) era demasiado caro, le llamaban ‘oro azul’ y su valor cuadruplicaba al del oro, por lo que los mecenas debían aprobar las superficies pintadas de ese color antes de comenzar la obra pictórica. Es raro pues encontrarla en grandes superficies, y una de las escasas excepciones a esta norma se presenta en los frescos que Giotto pintó para la Capilla Arena, entre ellos el Juicio Final, quizá la primera gran obra del Renacimiento, cuya curiosa historia os cuento a continuación:

LA CAPILLA DE LA ARENA, Y EL JUICIO FINAL

En el año 1300, Enrico Scrovegni adquirió en Padua un antiguo anfiteatro para edificar en su solar un palacio y una capilla familiar, que por eso, aunque oficialmente se llama las Capilla de los Scrovegni, los patavinos (o paduanos) la llaman La Capilla de la Arena, una monada:



Para decorarla contrató al florentino Giotto, a la sazón en la ciudad para otro proyecto, pensando que por su juventud le saldría más barato. Giotto estaba bien capacitado para afrontar el proyecto, que pronto se convirtió en la gran obra que dió paso al Renacimiento.



Reginaldo, el padre de Enrico Scrovegni, se había enriquecido con la usura, un auténtico malvado de película. Había sido tan infame que el propio Dante le incluyó en el círculo de los condenados de la Divina Comedia. Enrico pensaba expiar con la capilla los pecados paternos y reparar la reputación familiar, pero sin sospechar la repercusión que la decisión de contratar al joven Giotto iba a tener en la historia del arte.



Giotto pintó al fresco las paredes y la bóveda de cañón de la pequeña capilla en la que abunda el azul ultramar. En los muros laterales desarrolló los dos ciclos principales que narran la vida de la Virgen y de Jesucristo. Solo con ellos su nombre ya habría pasado a la historia porque son preciosos, pero con el fresco que pintó en la pared de la puerta principal se aseguró de que la obra fuera inigualable.



Cristo sentado en el centro del fresco imparte justicia arropado por ordas de sus ángeles secuaces que conforman un auténtico coro celestial de lo bien colocaditos que han quedado. A su derecha (de Cristo) los bienaventurados ascienden a las alturas saliendo de sus sepulcros ordenadamente y siguiendo a María, mientras que a su izquierda los condenados descienden al Averno. A los lados del profeta los apóstoles, sentados en tronos de plata, se disponen en jerarquía, primero Pedro y Pablo, y muchos gesticulan y se agarran las túnicas mostrando preocupación por la suerte de sus semejantes.



Los condenados al infierno están separados en tres grupos por cuatro lenguas  del rio de fuego infernal en tres grupos de pecadores de los siete pecados capitales: Avaricia, Lujuria y Soberbia, posiblemente los que quisiera espiar Scrovegni.



La postura del diablo parodia a la de Cristo en referencia a que en su día Lucifer fue el ángel más bello y querido. Da la sensación de estar tragando y pariendo ánimas en un acto que se relaciona también con la soberbia, la usura y la lujuria. Las escenas de los personajillos que le rodean, entre las que se distinguen suicidios por ahorcamiento, y no se salvan ni frailes, ni sodomitas, alimentarían durante muchos años la imaginación de pintores pertenecientes a sociedades secretas y sectas heréticas, como El Bosco.



En el centro, justo encima de la puerta y a los pies del crucifijo que separa a los bienaventurados de los condenados, un grupo de ángeles da la bienvenida al propio Enrico Scrovegni aconpañado de un monje agustino que sujeta una maqueta de la capilla, recalcando así que toda la capilla y la decoración era una ofrenda de Scrovegni para obtener la redención de los pecados de su padre.

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