Los argentinos no tenemos por qué dar gracias a que Messi quiera jugar para nuestra selección, porque ese deseo es algo que está en todos los argentinos desde que pateamos por primera vez una pelota de futbol. No es algo en lo que podamos optar.
Todos los jugadores argentinos, de poder elegir siempre van a preferir jugar para la selección argentina. Creer lo contrario es no conocer a los argentinos. Los que aceptan jugar para otra selección son aquellos que saben que sus condiciones jamás serán suficientes para desplazar a otros argentinos mucho más capacitados. Por ejemplo, Mariano Pernía, como jugador no llega a los tobillos de lo que fue el padre, y el padre apenas tuvo fugaces apariciones en la selección argentina. Un jugador así es consciente que si quiere jugar un mundial tendrá que cambiar de nacionalidad y jugar para otra selección. Lo mismo Camoranesi, lo mismo Franco, y una larga lista de etcéteras. Lo mismo sucede con muchos jugadores brasileños.
Si Ud viniera a la Argentina y dijera que los argentinos nos perdimos a un jugador como Mariano Pernía para nuestra selección, nos revolcaríamos de risa.
Yo recuerdo haber visto por televisión una nota hecha a Messi cuando tenía 10 años, porque ya se veía su talento. Algo similar a lo que aconteció con Maradona y su conocida nota en blanco y negro.
Supongo que más de uno se estará lamentando no haber confiado en las posibilidades de éxito del tratamiento hormonal que Messi necesitaba, porque ese y no otro es el motivo por el cual Messi surgió al futbol profesional en el Barcelona. El asunto no era confiar o no confiar en Messi, el asunto era confiar o no confiar en el éxito del tratamiento, y por lo tanto arriesgarse o no arriesgarse a costearlo.
En Argentina, cualquier dirigente que pugnara por hacer que un club pagara el tratamiento que Messi necesitaba, sabía que su cabeza rodaría si el tratamiento fallaba. No creo que ese riesgo lo corrieran los dirigentes catalanes, porque la inversión para el club no es lo onerosa que es para cualquier club argentino. Además hay una mentalidad distinta de lo que es el negocio del fútbol; por algo en el aspecto gerencial los clubes europeos son mucho más exitosos. No obstante si bien hubiera sido difícil que Messi obtuviera que un club argentino costeara su tratamiento, mucho más difícil es que un talento como Messi naciera en España.
Pero estoy de acuerdo con mastershadow, en que con escaso talento y mucho sacrificio se puede llegar a algo; y con mucho talento y escaso sacrificio no se llega a nada. Pero el talento y el sacrificio lo pone la persona y no la institución en la que juega. Cualquier institución sirve para llegar a todo lo que el talento y el sacrificio de cada uno le permitan llegar.
Suerte para el partido de hoy!
Pongo fin a mi participación en este foro, paradigma de la astracanada. ¡Bravo! Ni Muñoz Seca lo hubiese hecho mejor.El uno afirmando tajantemente que jugar en inferioridad numérica no influye en el resultado porque fue testigo de cómo los inventores del fútbol remontaron hasta empatar a 3 un partido que tenían perdido contra el Rayo Vallecano con uno o dos expulsados.Y el otro sacando pecho de valores de la cantera blaugrana (los que has citado son posiblemente los más destacados en toda su historia; no unos cuantos al azar) recurriendo a futbolistas de hace más de 60 años (¡Ramallets y Basora estuvieron presentes en el Mundial de Brasil 1950!).Una situación surrealista y kafkiana, como dije en una anterior intervención, lo mismo que vuestros argumentos esgrimidos.Yo, como afirmó Mourinho, no estaría excesivamente orgulloso de haber ganado una Champions de la manera que lo hicieron los inventores del fútbol hace dos años. ¿Acaso no son ustedes los que defienden la pureza de este deporte por encima de cualquier otra consideración, quienes enarbolan la bandera de la excelencia en este juego? Entonces les invito a que hagan un ejercicio de reflexión sobre esto último. En caso contrario, sigan robando, que por fortuna, en la era de las telecomunicaciones en la que nos hallamos inmersos, millones de ojos en el planeta ya conocen cómo se las gasta su equipo.Por cierto, inserto a continuación un artículo que aparecía hoy en las páginas de "El Mundo" y que desentraña algunas de las dudas (por si existiesen) sobre determinados comportamientos y actuaciones de los abanderados e inventores del fútbol. Claro que habrá quien afirme que "El Mundo", no integrado en la butifarra mediática, forma parte de la central lechera o caverna mediática. Allá ellos.
02 MAY 2011 21:09
Pep Guardiola apareció con dos goles de ventaja, desde la atalaya de presunto ganador, y decidió volver a su habitual papel de monje cartujo. Ya no habló de centímetros de diferencia en decisiones arbitrales, del puto jefe José Mourinho, de su pequeño país, del césped o de ese árbitro portugués que nunca apareció después de sus lamentos. En realidad, ya había rugido previamente Xavi Hernández para criticar el fútbol de su rival y la decisión de acudir a la UEFA. El ataque del mejor jugador español de la historia fue a saco, sin piedad, muy adecuado para esos valores de seny, saber estar y respeto al contrario que ya se reflejaron en las apuestas de su presidente, las campañas con una manita dedicadas a un rival vencido o la denuncia contra José Mourinho, la primera en la historia entre clubes españoles. La del Madrid por las simulaciones, que desde que las practica el Barça son muestras de señorío y saber estar, fueron posteriores.
La realidad es que el reglamento de la UEFA tipifica como punible la exhibición teatral de los jugadores azulgrana. Y jugadores como Dida o Eduardo fueron castigados por acciones similares. Lo que pedía el Real Madrid entraba dentro de la ley deportiva y del sentido común. Más que nada, porque hace varios meses, su entrenador y sus jugadores fueron castigados por forzar tarjetas en Amsterdam, algo que no está tipificado y que practican cientos de jugadores del planeta sin ser sancionados, el último, Iniesta. Es decir, al Madrid le sancionan sin cobertura legal y al Barça le perdionan pese a existir esa cobertura legal para su caso. Curiosa manera de entender la justicia, muy propia de alguna república bananera y no de un organismo internacional.
Es lo que hay. El Madrid, que apostó hace varios años por la Liga Europea al margen de la UEFA, ya sabe que se encuentra solo y que lo del fair play en las camisetas de la uefa es simple fachada. Pero va a seguir adelante. Aquellos que se preocupan por su imagen o su señorío son justamente los que quieren verle derrotado o hundido. También Bernabéu se quejó cuando le tangaron en 1960 dos británicos que beneficiaron al Barça. Una cosa es ser señor y otra estúpido. La afición del Madrid piensa que el problema de imagen se produce cuando hay conductas irregulares en la institución o cuando su equipo no compite. De acuerdo, el Barça juega mucho más bonito que el Madrid. Pero tampoco hay que avasallar a los menos agraciados. Todos tienen derecho a buscar su paraiso.
En los videos que están un poco más abajo se puede comprobar que Messi ya era considerado un talento superlativo en las categorías donde jugaba mucho antes de ir a Barcelona.
El tema con Messi era el tratamiento hormonal que necesitaba. En Argentina no tienen ni la política, ni la infraestructura para invertir mucho dinero en un proyecto de jugador, menos aun con las serias dudas acerca del éxito que pudiera tener ese tratamiento. Es por eso que el padre de Messi se arriesgó a probar suerte a Europa, confiando en las condiciones de su hijo, y acuciado por la necesidad de costear ese tratamiento en forma urgente. Fue al Barcelona porque allí ya tenía referencias del talento de Lio por allegados que ya lo había visto jugar. En esos mismos videos se puede ver que también en Barcelona había dudas acerca de contratarlo, no por su talento que ya era incuestionable, sino por su problema hormonal. Si la apuesta salía bien, Messi iba a ser lo que hoy es, pero si el tratamiento no funcionaba y Messi no crecía, era tirar el dinero invertido. Pero Barcelona está en muchas mejores condiciones de hacer una apuesta de ese tipo, que cualquier club argentino.
Por otra parte, si pudiera medirse el mérito de su formación fijándose el destino de las donaciones que Messi efectúa; en Rosario y en Argentina en general ha hecho muchas más que en España.
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