Las xanas alcanzaron una enorme popularidad en Asturias quedando atestiguadas por la abundancia
de topónimos registrados. Así, existen cuevas de las xanas en Colunga, Caravia, Proaza, Aviles y Nava;
fuentes de las xanas en Llanes, Somiedo, Candamo, Aller, Grado, Quiros, Mieres y Caso; hay un prado
de la xana en Payanedi (Laviana); un monte de la xana en Berbes (Rivadesella) y Caravia; y un arroyo
y un desfiladero de las xanas entre los concejos de S.Adriano y Quiros. Por otra parte son muy
numerosos los lugares en que habitan o han sido vistas las xanas, así como los sitios en que la
imaginación popular sitúa tesoros escondidos pertenecientes a ellas.
Las xanas son unas ninfas benéficas de agua dulce que tienen el mismo lenguaje que utilizan los
humanos. De pequeña estatura, de extraordinaria belleza física y larga melena rubia, visten
habitualmente el traje típico regional y son cristianas. Habitan en las fuentes, en las cuevas y en las
riberas de los ríos.
Algunas xanas están encantadas y poseen grandes tesoros. Delante de sus moradas extienden en
ocasiones ruecas y ovillos de oro o plata, puesto que una de sus actividades principales es hilar, y de los
mismos preciosos metales son los peines, tijeras, pollos y gallinas, bolos y bolas con que juegan en la
mañana mágica de S. Juan. Estas hadas sólo son visibles al amanecer y no siempre resultan huidizas, ya
que a veces mantienen relaciones amistosas con los pastores y campesinos, a quienes regalan objetos de
oro o plata en agradecimiento a algún favor prestado.
Pueden tener hijos, los xaninos, a los que suelen a veces cambiar por los niños de los campesinos para
que sean alimentados e incluso bautizados. Los xaninos se distinguen por ser extraordinariamente
velludos, aunque en ocasiones es preciso recurrir a otras artimañas para descubrir al impostor y
obligar a la xana a que vaya a recoger a su hijo y devuelva el niño raptado. Esta conducta de las Xanas
se debe a que tanto ellas como las brujas carecen de pechos y no pueden amamantar a sus hijos.
Para desencantar a una Xana, la costumbre más común era entregarle un bollo de pan.
Los nombres de las xanas, varían según la zona: en Llanes, Injanas, en Ponga, Xianas, en Cudillero y
Muros del Nalón Xanías.
El mito actual sobre las xanas, es una deformación lejana de un antiguo mito celta, recuerdo de una
antigua divinidad que era conocida en Asturias