"Alzaos, levantad la cabeza, se acerca vuestra liberación"
"Las potencias de los cielos serán puestas en movimiento. " ¿A quién llama el Señor potencias de los cielos, si no a los ángeles, los arcángeles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados y los Poderes? aparecerán visiblemente en el momento de la llegada del Juez... Entonces verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes con gran poder y majestad; como si claramente nos dijera: verán rodeado de gran pompa y majestad, al que no quisieron oír cuando se presentó humilde… estas palabras fueron dichas para los réprobos; pero para consuelo de los elegidos, dice:”Cuando empiecen a cumplirse estas cosas, levantad vuestras cabezas, puesto que se acerca vuestra redención”. Es como si la Verdad advirtiera claramente a sus elegidos diciendo: " en el momento en el que las desgracias del mundo se multiplican, regocijaos. Mientras se acaba el mundo, del que nunca fuisteis amigos, la redención que siempre deseasteis se acerca". Los que aman a Dios son invitados a regocijarse por ver acercarse el fin del mundo, porque encontrarán pronto el mundo que desean, cuando haya pasado aquel al que no están atados. Que los fieles que deseen ver a Dios, se abstenga bien de llorar por las desgracias que golpean el mundo, ya que sabe que estas mismas desgracias llegan su fin. Está escrito en efecto: "el que quiere ser amigo de las cosas de este mundo se hace enemigo de Dios" El que pues no se regocija por ver acercarse el fin de este mundo, ése muestra que es su amigo, y de ahí da pruebas de ser enemigo de Dios. Más no sea así el corazón de los fieles, de los que creen que existe otra vida y los que, por sus actos, prueban que le aman... ¿En efecto, qué es esta vida mortal si no un camino? ¡Qué locura, hermanos míos, agotarse en el camino, no queriendo alcanzar el fin!...Así, hermanos míos, no améis las cosas de este mundo, que, como vemos según los acontecimientos que se producen alrededor nuestro, no podrá subsistir por mucho tiempo.
“Haceos el propósito de no preocuparos por vuestra defensa.”
¡Oh amor fuerte de Dios, y cómo no le parece que ha de haber cosa imposible a quien ama!¡Oh, dichosa alma que ha llegado a alcanzar esta paz de su Dios, que esté señoreada sobre todos los trabajos y peligros del mundo, que ninguno teme a cuento de servir a tan buen Esposo y Señor,... Mirad una cosa que se me ofrece ahora y viene a propósito para los que de su natural son pusilánimes y de ánimo flaco, que por la mayor parte serán mujeres, y aunque en hecho de verdad su alma haya llegado a este estado, su flaco natural teme. Es menester tener aviso, porque esta flaqueza natural nos hará perder una gran corona. Cuando os hallareis con esta pusilanimidad, acudid a la fe y humildad y no dejéis de acometer con fe, que Dios lo puede todo, y así pudo dar fortaleza a muchas niñas santas, y se la dio para pasar tantos tormentos, como se determinaron a pasar por El. De esta determinación quiere hacerle señor de este libre albedrío, que no ha menester El nuestro esfuerzo de nada, antes gusta Su Majestad de querer que resplandezcan sus obras en gente flaca, porque hay más lugar de obrar su poder y de cumplir el deseo que tiene de hacernos mercedes... Para esto os han de aprovechar las virtudes que Dios os ha dado, para hacer con determinación y dar de mano a las razones del entendimiento y a vuestra flaqueza, y para no dar lugar a que crezca con pensar: “si será”, “si no será”, “quizá por mis pecados no mereceré yo que me dé fortaleza como a otros ha dado”. No es ahora tiempo de pensar vuestros pecados. Dejadlos aparte, que no es con sazón esa humildad. Es mala coyuntura...Tened por cierto que nunca dejará el Señor a sus amadores cuando por sólo El se aventuran.”
- Empieza a circular la transcripción de una entrevista que le hicieron al entonces cardenal Bergoglio en Argentina. En realidad fue una emboscada ejecutada por el periodista Chris Mathews de MSNBC. Pero Bergolio termina acribillando a Mathews de tal forma que MSNBC nunca la pasó al aire. Mathews, al darse cuenta que su plan fallaba, archivó el video. Un estudiante de Notre Dame que cumplía su servicio social en MSNBC, la sustrajo y la entregó a su profesor. El plato fuerte de la entrevista es su debate acerca de la pobreza. El intercambio se inicia cuando el periodista trata de emboscar al cardenal, preguntándole que opinaba sobre la pobreza en el mundo. El Cardenal responde: “Primero en Europa y ahora en América, algunos políticos se han dedicado a endeudar a la gente creando un ambiente de dependencia. ¿Para qué? Para incrementar su poder. Son grandes expertos creando pobreza y nadie los cuestiona. Yo lucho por combatir esa pobreza. La pobreza se ha convertido en una condición natural y ello es malo. Mi tarea es evitar el agravamiento de tal condición. Las ideologías que fabrican pobreza deben ser denunciadas. La educación es la gran solución al problema. Debemos enseñar a la gente como salvar su alma, pero enseñando a evitar la pobreza y no permitir que el gobierno los conduzca a ese penoso estado" Mathews ofendido pregunta: ¿Usted culpa al gobierno? “Culpo a los políticos que buscan sus propios intereses. Tú y tus amigos son socialistas. Ustedes y sus políticas son la causa de 70 años de miseria, y eso tiene a muchos países al borde del colapso. Creen en la redistribución que es una de las razones de la pobreza. Ustedes quieren nacionalizar el universo para controlar todas las actividades humanas. Ustedes destruyen el incentivo del hombre para, inclusive, hacerse cargo de su familia, un crimen contra la naturaleza y contra Dios. Esta ideología crea más pobres que todas las corporaciones que ustedes etiquetan como diabólicas.” Replica Mathews: Nunca había escuchado algo así de un cardenal. “La gente dominada por socialistas necesita saber que no tenemos que ser pobres" Ataca Mathews... ¿Y América Latina? ¿Quiere borrar el progreso logrado? "El imperio de la dependencia creado por Hugo Chávez, con falsas promesas, mintiendo para que se arrodillen ante su gobierno. Dándoles peces sin permitirles pescar. Si en América Latina alguien aprende a pescar, es castigado y sus peces confiscados por los socialistas. La libertad es castigada. Tú hablas de progreso y yo de pobreza. Temo por América Latina. Toda la región está controlada por un bloque de regímenes socialistas como Cuba, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua. ¿Quién los salvará de esa tiranía?” Acusa Mathews: Usted es capitalista. "Sí pensar que el capital es necesario para construir fabricas, escuelas, hospitales, iglesias tal vez lo sea. ¿Tú te opones a este proceso?” - Por supuesto que no, pero ¿no piensa que el capital es arrebatado de la gente por corporaciones abusivas? -“No, yo pienso que la gente, a través de sus opciones económicas, decide que parte de su capital irá para esos proyectos. La utilización del capital debe ser voluntaria. Solo cuando los políticos confiscan ese capital para construir obras del gobierno, alimentar la burocracia, surge un grave problema. El capital invertido de forma voluntaria es legitimo, pero el que se invierte a base de coerción, es ilegitimo.” Sus ideas son radicales, afirma el periodista. “No, hace años Khrushchev hizo una advertencia: ‘No debemos esperar que los americanos abracen el comunismo, pero podemos asistir a sus líderes electos con inyecciones de socialismo hasta que, al despertar, se den cuenta que se embarcaron en el comunismo’ Esto está sucediendo en estos momentos en al antiguo bastión de la libertad. ¿Cómo los EU puede salvar a América Latina si ellos se han convertido en esclavos de su gobierno?” Mathews afirma: Yo no puedo digerir todo esto. El Cardenal responde: “Te ves muy enojado, la verdad puede ser dolorosa. Ustedes han creado el estado de bienestar que es solo respuesta a las necesidades de los pobres creados por la política. El estado interventor absuelve a la sociedad de su responsabilidad. Las familias escapan de su deber con el falso estado asistencialista, inclusive las iglesias. La gente ya no practica la caridad y ve a los pobres como problema del gobierno. Para la iglesia ya no hay pobres que ayudar, los han empobrecido permanentemente y son ahora propiedad de los políticos. Y algo que me irrita profundamente es la incapacidad de los medios para observar el problema sin analizar cuál es la causa. A la gente la empobrecen para que luego vote por quienes los hundieron en la pobreza.”
“Destruid este templo y en tres días lo levantaré… él hablaba del templo de su cuerpo”
El antiguo Templo estaba edificado por las manos de los hombres: se quería “dar una casa” a Dios para tener un signo visible de su presencia en medio del pueblo. Con la Encarnación del Hijo de Dios, se cumple la profecía de Natán al rey David no es el rey, no somos nosotros quienes “damos una casa a Dios”, sino que es Dios mismo quien “construye su casa” para venir a habitar entre nosotros, como escribe san Juan en su Evangelio Cristo es el Templo viviente del Padre, y Cristo mismo edifica su “casa espiritual”, la Iglesia, hecha no de piedras materiales, sino de “piedras vivientes” que somos nosotros. El Apóstol Pablo dice a los cristianos de Éfeso: “Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por Él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantado hasta formar un templo consagrado al Señor. Por Él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu” ¡Esto es algo bello! Nosotros somos las piedras vivas del edificio de Dios, unidas profundamente a Cristo, que es la piedra de sustentación, y también de sustentación entre nosotros. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el templo somos nosotros, nosotros somos la Iglesia viviente, el templo viviente, y cuando estamos juntos entre nosotros está también el Espíritu Santo, que nos ayuda a crecer como Iglesia. Nosotros no estamos aislados, sino que somos pueblo de Dios: ¡ésta es la Iglesia!...Desearía entonces que nos preguntáramos: ¿cómo vivimos nuestro ser Iglesia? ¿Somos piedras vivas o somos, por así decirlo, piedras cansadas, aburridas, indiferentes? ¿Habéis visto qué feo es ver a un cristiano cansado, aburrido, indiferente? Un cristiano así no funciona; el cristiano debe ser vivo, alegre de ser cristiano; debe vivir esta belleza de formar parte del pueblo de Dios que es la Iglesia.
“Lo dio todo”
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.” Esta es la última oración de nuestro Maestro, nuestro Amado. ¡Ojala sea también la nuestra! No sólo la oración de nuestro último instante sino la de todos los instantes; “Padre mío, a tus manos me encomiendo, Padre mío, me confío a ti, Padre mío, me abandono a ti. Padre mío, haz de mí lo que quieras. Sea lo que sea, te doy gracias, te doy gracias por todo. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, te doy gracias por todo, con tal que se haga en mí tu voluntad, oh Dios, con tal que se haga tu voluntad en todas tus criaturas, en todos tus hijos, en todo lo que tú amas. No anhelo nada más, Dios mío. Entrego mi espíritu a tus manos, te lo doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón, porque te quiero y me lo exige el amor que te tengo: abandonar todo, sin medida, entre tus manos. Me confío a ti, con inmensa confianza porque tú eres mi Padre”.
“Acuérdate de mí cuando entres en tu Reino”
El paraíso, cerrado durante miles de años, ha sido abierto por la cruz “hoy”. Porque hoy Dios ha introducido en el paraíso al buen ladrón. Se realizan dos milagros: abre el paraíso para que entre un ladrón. Hoy, Dios nos ha devuelto a nuestra vieja patria, hoy nos ha reunido en la ciudad de nuestro origen, hoy ha abierto su casa a la humanidad entera. “Hoy estarás conmigo en el paraíso.”¿Qué dices, Señor, aquí? Estás crucificado, clavado ¿y prometes el paraíso?—Sí, para que aprendas cuál es mi poder en la cruz... Porque no fue resucitando a un muerto, dominando la tempestad del mar, echando demonios, sino crucificado, clavado, cubierto de salivazos e insultos, burlado y ultrajado que ha podido cambiar la situación espiritual del ladrón, para que veas los dos aspectos de su poder. Hizo estremecer a toda la creación, hendió las rocas y atrajo hacia si al ladrón, más duro que una piedra... Seguro que ningún rey no permitiría nunca que un ladrón u otro malhechor se siente con él a la hora de la solemne entrada en una ciudad. Pero Cristo lo ha hecho: cuando entra en su santa morada lleva consigo al ladrón. Actuando así no menosprecia el paraíso, no lo deshonra por la presencia de un ladrón. Bien al contrario, honra el paraíso, porque es una gloria para el paraíso tener un amo que pueda convertir a un ladrón en un ser digno de gustar sus delicias. Lo mismo cuando conduce al reino de los cielos a los publicanos y prostitutas, no es un desprecio sino un honor, ya que muestra que el amo del reino de los cielos, es poderoso como para hacer dignos de tales dones y honores a los publicanos y prostitutas.
“El pueblo entero quedó pendiente de sus labios”
Quisiera hoy aludir brevemente a otra imagen que nos ayuda a ilustrar el misterio de la Iglesia: el templo En Jerusalén, el gran Templo de Salomón era el lugar del encuentro con Dios en la oración; en el interior del Templo estaba el Arca de la alianza…, un recuerdo del hecho de que Dios había estado siempre dentro de la historia de su pueblo… también nosotros, cuando vamos al templo, debemos recordar esta historia, cada uno de nosotros nuestra historia, cómo me encontró Jesús, cómo Jesús caminó conmigo, cómo Jesús me ama y me bendice. Lo que estaba prefigurado en el antiguo Templo, está realizado, por el poder del Espíritu Santo, en la Iglesia: la Iglesia es la “casa de Dios”, el lugar de su presencia, donde podemos hallar y encontrar al Señor; la Iglesia es el Templo en el que habita el Espíritu Santo que la anima, la guía y la sostiene. Si nos preguntamos: ¿dónde podemos encontrar a Dios? ¿Dónde podemos entrar en comunión con Él a través de Cristo? ¿Dónde podemos encontrar la luz del Espíritu Santo que ilumine nuestra vida? La respuesta es: en el pueblo de Dios, entre nosotros, que somos Iglesia… Y es el Espíritu Santo, con sus dones, quien traza la variedad. Esto es importante: ¿qué hace el Espíritu Santo entre nosotros? Él traza la variedad que es la riqueza en la Iglesia y une todo y a todos, de forma que se construya un templo espiritual, en el que no ofrecemos sacrificios materiales, sino a nosotros mismos, nuestra vida La Iglesia no es un entramado de cosas y de intereses, sino que es el Templo del Espíritu Santo, el Templo en el que Dios actúa, el Templo del Espíritu Santo, el Templo en el que Dios actúa, el Templo en el que cada uno de nosotros, con el don del Bautismo, es piedra viva… ¡todos somos necesarios para construir este Templo! Nadie es secundario. Nadie es el más importante en la Iglesia; todos somos iguales a los ojos de Dios. Alguno de vosotros podría decir: «Oiga, señor Papa, usted no es igual a nosotros». Sí: soy como uno de vosotros, todos somos iguales, ¡somos hermanos! Nadie es anónimo: todos formamos y construimos la Iglesia.
«Desdichadamente, ésto está escondido a tus ojos »
Es del todo evidente que ninguna ciudad de aquí abajo constituye el término de nuestro peregrinar en el tiempo. Dicho término está escondido en el más allá, en el corazón del misterio de Dios que todavía es invisible para nosotros; porque nuestro caminar es todavía en fe, no en la clara visión, y no se nos ha manifestado todavía lo que seremos. La nueva Jerusalén, de la cual somos ya ciudadanos e hijos, desciende de arriba, de junto a Dios. Todavía no hemos podido contemplar el esplendor de esta única ciudad definitiva, más que como en un espejo, de manera confusa, manteniendo firme la palabra de los profetas. Pero ya desde ahora somos ciudadanos de ella, o estamos invitados a serlo; todo el peregrinar espiritual recibe su sentido interior de este último destino. Esta es la Jerusalén que han celebrado lo salmistas. El mismo Jesús, y María, su madre, en esta tierra, han cantado los cánticos de Sión al subir a Jerusalén: “Belleza perfecta, alegría de toda la tierra”. Pero desde ahora la Jerusalén de arriba recibe todo su atractivo sólo de Cristo, es hacia él que hacemos un camino interior.
“Hacedlos fructificar”
“Hoy desearía detenerme en la cuestión del medio ambiente, como ya he tenido oportunidad de hacer en varias ocasiones. Me lo sugiere además la Jornada mundial del medio ambiente, de hoy, promovida por las Naciones Unidas, que lanza un fuerte llamamiento a la necesidad de eliminar el desperdicio y la destrucción de alimentos. Cuando hablamos de medio ambiente, de la creación, mi pensamiento se dirige a las primeras páginas de la Biblia, al libro del Génesis, donde se afirma que Dios puso al hombre y a la mujer en la tierra para que la cultivaran y la custodiaran Y me surgen las preguntas: ¿qué quiere decir cultivar y custodiar la tierra? ¿Estamos verdaderamente cultivando y custodiando la creación? ¿O bien la estamos explotando y descuidando? El verbo «cultivar» me recuerda el cuidado que tiene el agricultor de su tierra para que dé fruto y éste se comparta: ¡cuánta atención, pasión y dedicación! Cultivar y custodiar la creación es una indicación de Dios dada no sólo al inicio de la historia, sino a cada uno de nosotros; es parte de su proyecto; quiere decir hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos. Benedicto XVI recordó varias veces que esta tarea que nos ha encomendado Dios Creador requiere percibir el ritmo y la lógica de la creación. Nosotros en cambio nos guiamos a menudo por la soberbia de dominar, de poseer, de manipular, de explotar; no la «custodiamos», no la respetamos, no la consideramos como un don gratuito que hay que cuidar. Estamos perdiendo la actitud del estupor, de la contemplación, de la escucha de la creación; y así ya no logramos leer en ella lo que Benedicto XVI llama «el ritmo de la historia de amor de Dios con el hombre». ¿Por qué sucede esto? Porque pensamos y vivimos de manera horizontal, nos hemos alejado de Dios, ya no leemos sus signos.
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