09/06/2015 04:44
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Se cree que el origen del beso responde al impulso de succión del bebé, las tendencias canibalísticas (el mordisco amoroso), o la costumbre de tribus primitivas de olfatearse entre si. Se habla también de que su origen se remota hasta el hombre del Cromagnon, cuando la mujer del Cromagnon alimentaban a sus crías masticando la comida hasta hacerla puré que luego pasaba de su boca a la de su pequeño. Cualquiera que sea su origen, es una manera de demostrar a los demás que los queremos; también como muestra de agradecimiento por habernos complacido. Puede que sea solo una señal de educación como el beso social al dar un saludo, sencillamente es un placer besar a los seres que amamos. El Kamasutra por su parte describe tres clases de besos: el nominal, en el que los labios apenas se tocan; el palpitante en el que se mueve el labio inferior, pero no el superior; y el beso de tocamiento, en el que participan labios y lengua. En otras culturas como la Celta, se decía que el beso tenía poderes curativos, mientras que en la Edad Media, el caballero que besaba a una dama estaba obligado a casarse con ella. El hombre es ante todo, un ser social. Robinson Crusoe solo en una isla desierta, es el símbolo no sólo de la miseria material del hombre solitario, sino de la miseria afectiva. El beso materializa de algún modo la necesidad de la unión en los seres humanos, de un modo más claro y sensible, aún cuando se trate de miembros de una misma familia, de novios o amigos íntimos. Dato importante: Durante un beso apasionado aumentan los niveles de dopamina (sustancia asociada con la sensación de bienestar) y de testosterona (hormona asociada al deseo sexual), y las glándulas adrenales segregan adrenalina y noradrenalina, que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
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