.El patrimonio documental y bibliográfico de este monasterio debió de ser inmenso.

.La sistemática de determinados textos que se localizan hoy en los archivos de la Real Academia de la Historia, en la ducal de Medina Sidonia o en la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla, nos dan fe de esta actividad.

.En la actualidad solo restan en el monasterio algunos libros litúrgicos y de canto.

.El plano de 1881 nos informa de la situación del archivo en la planta baja del área meridional del Claustro de los Mármoles, decorado con mármoles italianos de importación y azulejos de aristas de mediados del siglo XVI, arruinado a finales del siglo XIX.

..En el plano vemos como se recomienda que se haga la visita, indicada por flechas.

.La sala capitular, la sacristía o el claustro de los muertos, uno de los principales referentes del arte mudéjar.

.El claustro jerónimo y la torre barroca, entre otros elementos, donde se mezcla lo mejor del gótico, el mudéjar y el barroco.

.Las dos iglesias tienen una estructura similar, de nave única de tres tramos, cabecera poligonal de siete lados, cubierta de bóvedas de crucería, ventanas geminadas en los ábsides, de medio punto en los muros laterales y rosetones a los pies.

.Cubiertas de crucería de la segunda iglesia, de marcado estilo gótico.

.Sepulcros neogóticos en el muro del Evangelio de la segunda iglesia.

.En los laterales del Evangelio y de la Epístola del presbiterio de esta segunda iglesia se ubican, respectivamente, los arcosolios de don Juan Alonso Pérez de Guzmán y doña Urraca Osorio, los fundadores de este templo.

.Don Alonso está representado como un gran guerrero, con cota de malla, armadura y espada y acompañado por figurillas de monjes a sus pies.

.Esta fotografía hecha con el móvil no ha salido muy agradecida, pero sive para ver aunque algo difuminado el Retablo Mayor de las misma...

.Durante el barroco (siglo XVII) este núcleo medieval se transforma con retablos; destacando los de las dos iglesias gemelas realizados por Martínez Montañés, añadiéndose en esta época barroca la sillería, las nuevas pinturas rurales y las bóvedas de yeso, así como el diseño de los túmulos funerarios y las esfigies de los patronos.