
Negras nubes cubrían las estrellas
anunciando un día de tormenta
más la lluvia como lágrimas de cielo
daban inicio a la historia del tiempo.
Una hada pálida cual luna
dulce y ágil entre la bruma
camina y canta a la garúa
pues es un hada de la lluvia.
Más el momento es interrumpido
por un llanto nunca antes oído
un mancebillo joven alto e hidalgo
que al viento echaba su relato.
Más acercársele le era prohibido
ese destino no debía ser irrumpido
pero ella le hablo muy gentilmente
bello joven triste ¿que os sucede?
Mi bella amada me ha despreciado
de mi puro amor ella se ha burlado
¡más yo por vencido no me he dado!
¡sé que ella me terminara amando!
La hada cálmole con sus palabras
le dio consejos; le dio esperanzas
más se dio cuenta que este joven
no es un príncipe de los que huyen.
Tan cercana la sintió ese momento
que le pidió un nuevo encuentro
la bella hada conmovida le propuso
¡cuando la lluvia marque su retorno!
Así cuatro encuentros sucedieron
y siempre con la lluvia se dieron
mas a ella algo comienza a nacerle
es un algo que inicia a estremecerle.
¡La hada ha comenzado a enamorarse!
pero es algo que nunca podrá enlazarse
más si el demuestra su amor por ella
con la luna se convertiría en doncella.
La luna llena marcaba su reencuentro
y la garúa era el soneto del momento
mas él con una sonrisa en el semblante
le dice: ¡ella me acepto como amante!
El hada contuvo un momento su aliento
y su corazón se deshacía en el momento.
¡Alégrate! pues este es tu feliz cuento
pero para mi nuestro ultimo momento.
Desapareció entre esta confusión
y mas lluvia cayo en esa ocasión
¡cuál lágrimas de hada pálida
ella lamentaba su desgracia!
Más hoy cuando la lluvia viene
la imagen de la dama se mantiene
y los abuelos narran el triste cuento
del hada cuyo corazón llevo el viento.
